El plan Bolonia, la precariedad laboral e internet. La combinación de estos tres elementos está detrás de la proliferación de páginas web dedicadas a la realización de trabajos académicos por encargo. Este tipo de fraude, cuyo alcance es difícil de determinar, inquieta a unas universidades españolas preparadas tecnológicamente para combatir el plagio pero con serias dificultades para erradicar este fenómeno.

No es necesario bucear en la deep web para hacer un encargo. Aunque su actividad principal persigue defraudar a las universidades --y al Ministerio de Ciencia y Universidades, que será el que emitirá finalmente un título si es un grado o máster oficial--, estas páginas operan con total impunidad. Basta con googlear las palabras adecuadas para encontrar numerosas páginas web especializadas en la realización de trabajos de final de grado (TFG) o de fin de máster (TFM). Algunas de las empresas mejor colocadas en los buscadores son Aprueba Todo, No Hagas Nada y Pacsolver. Las tres han declinado participar en este reportaje haciendo caso omiso a los correos que se les remitieron.

FALSEDAD // Expertos penalistas consultados reconocen que es difícil incardinar este fenómeno en un hecho delictivo concreto aunque se puede hablar de falsedad documental desde el momento que los documentos elaborados por estas páginas sirven para la posterior obtención de un título de una administración pública.

Las webs que ofrecen trabajos universitarios no solo cometen un delito que puede tener como consecuencia el inicio de expedientes disciplinarios y de procedimientos judiciales, sino que alientan a los estudiantes a cometerlo. «¿Estás cansado de hacer los trabajos que te exige la universidad? ¿Quieres tener más tiempo libre?». Así se presenta No Hagas Nada en la portada de su web. «Pruébalo una vez y seguro que repetirás», apostillan en el apartado Preguntas más frecuentes.

Una de las máximas de otra de estas webs, Aprueba Todo, es la siguiente: «Invertir en formación es una de las mejores cosas en las que puedes emplear tu dinero». Justo debajo, con un tamaño de letra bastante más pequeño, asoma la picaresca: «Consíguelo mientras disfrutas de tu tiempo libre, tu familia y amigos».

Algunas páginas se presentan como webs de formación a distancia, aunque parece evidente que sus clientes aprenden más bien poco cuando hacen pasar por suyo un ejercicio en el que solo han invertido dinero.

Un buen ejemplo es Pacsolutor, la empresa que hay detrás de Aprueba Todo, que aparece en el directorio de empresas del @Sant Cugat Business Park de Barcelona como una empresa de «formación online». Allí solamente tienen una oficina virtual. Pacsolver, con oficina en Londres según indica su página web, ofrece entre sus servicios «ayuda» para la resolución de prácticas. «Resolvemos cualquier ejercicio que nos propongas, ya sea práctico o teórico, de ciencias o de letras», aseguran en su página web.