Raúl, el hombre de 62 años fallecido en Madrid por la picadura de una garrapata infectada por el virus de Crimea Congo, había nacido en pueblo abulense de San Juan del Molinillo y pasaba siempre las vacaciones y muchos fines de semana en esta población. A mediados de agosto, tras regresar de “una excursión por el monte”, regresó «notando que le había picado algo». Cuando la pierna comenzó a ponérsele «negra», se fue a Madrid, donde tras una semana falleció sin que los médicos hubiesen acertado en diagnosticarle la enfermedad que en realidad padecía: un fiebre hemorrágica mortal que es la primera vez que se contagia en Europa Occidental.

Los vecinos de San Juan cuentan que la familia está muy preocupada por la posibilidad de que alguno de sus miembros se haya contagiado, especialmente por una de sus dos hijas, que está embarazada. Todos están siendo objeto de vigilancia por parte de la Comunidad de Madrid, su lugar de residencia.

Los paisanos de Juan han reaccionado con extrañeza a la noticia, de la que se han enterado por los medios de comunicación. “Toda la vida ha habido garrapatas y nunca había sucedido nada”, expresaba uno de ellos al ‘Correo de Burgos’, Raul tenía una casa en la pedanía de Villarejo, que daba pared con pared con la de sus padres. Además, en la cercana localidad de Navarredondilla vive una de sus dos hijas con sus nietos.