Absuelto tras pasar un año y medio entre rejas por un delito que, según ha determinado ahora la Audiencia Provincial, no cometió. Un vecino de Vinaròs, natural de Guinea y de 25 años, emprenderá acciones legales para solicitar al Estado una indemnización por el tiempo que ha pasado en prisión preventiva, acusado de la violación a una menor en julio 2019 y por la que el fiscal pedía 12 años.

Según la sentencia, a la que ha tenido acceso este diario, el tribunal no considera acreditado que las relaciones sexuales no fueran «queridas» y «consentidas» por ambos y «menos aún que el acusado se hubiese prevalido de violencia para doblegar la voluntad de la víctima». El tribunal de la Sección Segunda ve «problemas de consistencia» en la verosimilitud de lo denunciado por la chica e incide en que la menor está diagnosticada de trastorno negativista-oposicionista, con ingesta de medicación antidepresiva y antipsicótica.

Según advierten los magistrados en la sentencia, las fotografías de víctima y procesado en la cama y en actitud cariñosa --enviadas además por WhatsApp a una amiga y colgadas también en Instagram-- «desbaratan» el relato de la menor y corroboran la versión del hombre, que siempre insistió en que pasaron la noche juntos de forma voluntaria en su vivienda.

Según declara probado la Audiencia, el hombre ahora absuelto se encontraba con su sobrina (quien corrobora su versión) en un parque de Vinaròs cuando llegó la denunciante y comenzaron a hablar. Los magistrados reflejan, asimismo, que la menor --que contaba con 15 años-- le dijo al procesado tener 19 y que fue la chica quien le pidió subir a su casa. Una vez en la habitación del joven, ella le besó, se desnudaron y mantuvieron relaciones íntimas. «Se hicieron fotos en la cama, desnudos y tapados con las sábanas, en actitud cariñosa», describe la sentencia, donde se declara probado que la adolescente se quedó a pasar la noche con el procesado y que al día siguiente se vistió con ropa del hombre para irse del inmueble.

«Debemos concluir que la declaración de la víctima carece de la aptitud necesaria para generar certidumbre. Son muchas las ambigüedades e incluso contradicciones, por lo que su relato no es verosímil», concluye la Justicia, a la que ahora el joven absuelto, defendido por Pablo Ania, reclamará una compensación.