El titular del Juzgado de lo Penal número 2 de València absolvió ayer a los tres acusados que fueron juzgados el lunes por tuitear, en octubre del 2016, mensajes ofensivos hacia Adrián, el niño de ocho años enfermo de cáncer que de mayor quería ser torero y que acabó falleciendo en el 2017. Dichas publicaciones fueron realizadas tras la celebración de una corrida benéfica que tenía como finalidad recaudar fondos para el menor, quien murió seis meses después por su enfermedad.

Aunque el magistrado califica algunas de las expresiones vertidas de «deleznables» o «repulsivas», no aprecia en ellas un delito de incitación al odio, contrariamente a lo que sostenían, según el caso, la Fiscalía, la acusación particular y la acción popular, que pedían penas de entre uno y tres años de prisión.

El primero de los acusados, M.O.C., se quejaba del gasto «innecesario» que conllevaba la recuperación del menor, cuya vida, según decía, le importaba «dos cojones», porque probablemente ya estaba «siendo tratado en la sanidad pública» con su dinero. La segunda, A.E.O., deseaba directamente la muerte de «un niño enfermo que quiere curarse para matar a herbívoros inocentes y sanos que también quieren vivir». Por último, B.E.S.L., criticaba a los internautas que apoyaban a «un niño que prefiere matar a un animal» y pedía también el fallecimiento del menor.