Un ciudadano nigeriano, acusado de agredir sexualmente a su hija de 11 años de forma continuada en su casa de Almassora, admitió ayer haberla violado y maltratado durante el juicio celebrado contra él en la Audiencia Provincial de Castellón.

El susodicho, que se encuentra en prisión preventiva, aceptó una condena de 17 años de cárcel (15 de ellos por agresión sexual continuada y otros dos por malos tratos habituales) en una conformidad impropia con la fiscala, que en un principio pedía 37.

El juicio tuvo que celebrarse igualmente, al no permitir la ley llegar a un acuerdo propiamente dicho con una condena de prisión tan elevada. El proceso fue rápido. El procesado, que no habla castellano, se limitó a admitir los hechos, mientras que la víctima declaró a puerta cerrada.

Los hechos por los que ha sido juzgado se remontan al mes de julio del 2010, cuando el acusado, «actuando con ánimo de satisfacer su deseo sexual», aprovechó la ausencia de su esposa, de origen ucraniano, y de los otros dos hijos varones que tenía con su mujer, para forzar sexualmente a la menor de los tres hermanos.

Además, con el objetivo de «menoscabar la integridad física» de la pequeña «la sometió a agresiones físicas consistentes en lanzamiento de objetos, golpes con un cinturón, con las manos, gritos, menosprecios y desvalorizaciones», según la fiscalía.

Esa situación llevó a la víctima a adoptar «una actitud de sumisión, miedo y silencio». El adulto, «valiéndose del clima de violencia descrito» y aprovechando sendos viajes que realizó su esposa junto a los hijos varones, insistió a la menor para que fuera a dormir con él, «y, a pesar de que la víctima se negó, actuó de una forma agresiva con ella, amenazándola de muerte en las dos ocasiones» para tener sexo.

CONFESIÓN / La menor, «paralizada por el miedo que le infundía el procesado», no opuso resistencia. En abril del 2013 la familia se trasladó a vivir a Vitoria y, en octubre del 2014, la menor relató en una redacción autobiográfica, dirigida a su profesora, los abusos. La niña escribió «mi padre me violó», según declaró la docente ayer por videoconferencia.

La profesora alertó a los servicios sociales y se inició una investigación, que culminó con la detención del acusado y la tutela de la menor por parte del Consejo del Menor de Álava. H