Un citricultor de Castellón ha denunciado el robo 8.500 kilos de clementinas en una finca situada en el camino Villamargo de la capital de la Plana. Se trata de Manuel Rovira, que relató que el hurto tuvo lugar entre el jueves y el viernes, pues el miércoles estuvo trabajando en el campo y fue el sábado cuando, tras estar dos días ausente, comprobó el robo.

Rovira aseguró a Mediterráneo que jamás había sufrido una sustracción de tales dimensiones, pues perdió prácticamente un tercio de su cosecha. Este labrador castellonense, ya jubilado, cultiva un total de 30 hanegadas de cítricos y la finca afectada tiene 8,5 hanegadas. De acuerdo con los precios de esta campaña, que se sitúan entre los 23 y los 30 céntimos, el valor de mercado de la fruta sustraída oscila entre los 1.950 y los 2.550 euros.

«Aprovecharon que a partir del jueves el tiempo empeoró e hizo que el número de personas en huertos y caminos rurales fuera inferior», dijo. Asimismo, este veterano del campo aseguró que el robo fue realizado por un grupo numeroso y profesionalizado, y que tuvieron que estar varias horas cogiendo clementinas.

El viernes, Fepac denunció que el alza de precios está «disparando» el número de robos. Su portavoz, Néstor Pascual, aseguró que la actual es una campaña con poca fruta en los árboles, de ahí que los hurtos sean «una auténtica ruina». Por ello, pidió más vigilancia a los ayuntamientos.