Sobre las 10.30 horas de la mañana de ayer, un individuo entró en una oficina bancaria de la Vilavella, cuchillo en mano y con clara intención de robar. En el interior de la entidad solo encontró a una cajera, a la que intimidó para acabar llevándose 8.000 euros.

El suceso conmocionó este tranquilo municipio de la Plana Baixa, que, según los datos facilitados por la Guardia Civil en la última junta local de seguridad, «es en uno de los que menos incidencias se registran a lo largo del año de toda la provincia», como confirmó ayer el alcalde, Manel Martínez. Sin embargo, esta semana no está siendo, en absoluto, tranquila para los vecinos.

El episodio de ayer fue el más grave, por las circunstancias en las que se produjo y por la cantidad de dinero sustraída. Tal y como confirmó Martínez, un hombre entró en la sucursal que el banco Santander tiene en la calle Doctor Marañón, «a cara descubierta». Se da la circunstancia, como ha podido saber Mediterráneo, de que en esta oficina «no suele haber grandes cantidades de dinero». De manera excepcional, precisamente ayer contaban con una suma importante a petición de uno de sus clientes.

El ladrón, cuyo asalto fue grabado a la perfección por las cámaras de seguridad, se hizo con un botín de 8.000 euros y salió de las dependencias bancarias sin causar daños personales.

El alcalde, horas después del suceso, confirmó que la Policía Judicial de la Guardia Civil se había hecho cargo de la investigación del atraco. «Esperan dar con él en breve porque en las imágenes que se grabaron se le puede reconocer con facilidad», explicó el primer edil a este rotativo.

Aunque las pesquisas de la investigación no han trascendido, resulta llamativo que precisamente el día escogido por el asaltante para realizar el robo coincidiera con el de la entrega de una cantidad de dinero de manera extraordinaria. Por ello, se sospecha que este individuo pudiera saber de antemano que iba a encontrar un botín sustancioso en la entidad bancaria. En todo caso, la Guardia Civil será la que confirme o descarte este extremo.

El último atraco a un banco de la provincia tuvo lugar en septiembre en la oficina BBVA de la avenida Alcora de la capital, donde ataron a dos trabajadoras.