La Policía Nacional de Alicante desarticuló un punto negro de venta de drogas camuflado en un taller de reparación de automóviles que se utilizaba a modo tapadera, puesto que la mayoría de los clientes acudía al lugar sin llevar ningún vehículo a arreglar.

Fruto de la operación, los agentes arrestaron a tres personas de nacionalidad rumana y española que formaban parte de una banda dedicada al tráfico de sustancias estupefacientes, principalmente speed y cocaína, y que usaban el establecimiento, propiedad de uno de los arrestados, para distribuir las sustancias.

Las investigaciones se iniciaron a raíz de la sospecha de que podrían estar vendiendo droga en un taller mecánico, donde la afluencia de clientes era constante todos los días, y aumentaban de manera muy notable los viernes a última hora de la tarde.

Los policías comprobaron que la mayoría de las personas que acudían al taller no llevaban vehículo alguno para reparar, sino que simplemente entraban y se reunían con el propietario, tras lo que salían enseguida.

Además, el dueño del taller ejercía labores de seguridad en un local de ocio, donde continuaba con su labor ilícita de tráfico de sustancias estupefacientes.

Otro de los detenidos se dedicaba a distribuir las sustancias ilícitas mediante un patinete eléctrico, pues se personaba en el taller, recogía la droga y la repartía entre los compradores.