Cien toneladas de hachís, 109 detenidos, 11.400 armas largas, más de un millón de cartuchos y diez toneladas de explosivos es el balance de lo incautado a una red dirigida por sirios que nutría de armas a grupos insurgentes de Libia y otros países, entre ellos a terroristas yihadistas.

Una marcrooperación liderada por el Equipo Contra el Crimen Organizado (ECO) de Alicante y de la que ayer dio cuenta la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, un cuerpo que ha formado parte del equipo conjunto formado por España, Italia, Francia y Grecia, coordinados por Europol y que con la colaboración de la DEA americana ha desmantelado la organización.

De las pesquisas llevadas a cabo desde el 2013 --aunque el equipo conjunto se creó a primeros del 2015-- se desprende que esta organización gestionaba buques cargados de droga que salían de Turquía con destino a Libia y Egipto y que con el narcotráfico financiaba la compra de armas destinadas a grupos yihadistas asentados en países de la cuenca mediterránea oriental.

El teniente coronel Javier Rogero, jefe del grupo de Delincuencia Organizada de la UCO, explicó los detalles de la operación internacional Urca, que desde su inicio ha intervenido siete buques, cinco de ellos cargados de droga y dos con armas. H