Un choque frontal de dos trenes de cercanías en la región de Apulia, en el sur de Italia, ocurrido ayer, causó al menos 23 muertos y tres decenas de heridos, la mayoría estudiantes y trabajadores.

El choque se produjo en plena campiña de olivos y en un tramo rectilíneo de una sola vía, razón por la que los trenes viajaban a la máxima velocidad. Por alguna razón que se está investigando, en lugar de transcurrir por aquel tramo de una forma alternada, como es habitual, los dos convoyes viajaban al mismo tiempo y en dirección opuesta.

El choque destruyó casi totalmente dos vagones de cada tren y piezas del mismo volaron hasta 10 y 20 metros de distancia. Uno de los trenes quedó volcado al lado de las vías. “No pararemos hasta que no se esclarezca lo que ha sucedido”, dijo el primer ministro, Matteo Renzi, que interrumpió un viaje oficial a Milán para regresar a Roma y seguir la evolución del citado accidente. Renzi dio el pésame a las familias de los fallecidos, pero también reconoció estar enfadado.

Los trenes que chocaron pertenecen a Ferrotranviaria SA, una empresa privada que gestiona los convoyes de cercanías de la zona. Las locomotoras implicadas en el accidente fueron compradas en el 2013 y la línea que une las poblaciones estaba siendo transformada en una especie de metro de superficie. Se trata de la línea que une la ciudad de Bari, al sur, con Barletta, en dirección hacia el centro de la península.

“Hay muchos muertos”, confirmó Riccardo Zingaro, comandante de los bomberos de Andria, que añadió: “Algunos vagones están completamente enroscados y los equipos de socorro están extrayendo a las personas de entre las planchas de hierro”. Los equipos de emergencia montaron un hospital de campaña en medio de los olivos para brindar una primera atención a los heridos.

Tanto los Reyes de España como el presidente del Gobierno han enviado telegramas de condolencia a las autoridades italianas. H