Agentes del equipo Roca de la Guardia Civil han detenido a cinco vecinos de Castellón por el robo de crías de gallos pura sangre, valoradas en 3.000 euros, tras el asalto a una explotación ganadera de Sant Joan de Moró. El destino de los animales no era otro que el de dedicarse a las peleas de gallos ilegales, según informaron ayer desde la comandancia del instituto armado castellonense.

Los ejemplares fueron vendidos en Valencia para participar en eventos clandestinos, en los que los gallos sufren importantes heridas fruto de las agresiones. Las personas que participan con los animales en estas peleas apuestan dinero por la victoria de uno de los ejemplares.

La actuación ha sido llevada a cabo por agentes especializados en la lucha contra los robos en el campo y en explotaciones ganaderas, en un operativo que se inició cuando los agentes tuvieron conocimiento de la sustracción de crías de gallos en el interior de una granja de Moró.

Los efectivos policiales iniciaron, entonces, una investigación policial que dio como resultado la localización, identificación y detención de cuatro personas, así como la investigación de un quinto individuo, que se encuentra ingresado en el Centro Penitenciario de Castellón I. A todos los implicados se les imputa un presunto delito de robo, tras adentrarse en una explotación que era propiedad privada y adueñarse de los gallos pura sangre.

Las diligencias instruidas han sido entregadas en el decanato de los juzgados de Castellón.

ÚLTIMO GRAN GOLPE // La Policía Nacional llevó a cabo uno de los últimos grandes golpes contra las peleas de gallos en Castellón en el 2011, en una alquería cercana a la carretera de Borriol de Castellón. Allí, se detuvo a 15 personas, vecinas del barrio del Perpetuo Socorro, tras irrumpir agentes de la Udyco en una vivienda en la que había reunidas unas 80 personas (diez de ellas menores de edad), que estaban en posesión de más de 70 ejemplares para peleas. Todos quedaron en libertad con cargos tras su arresto. H