Cerca de una decena de vecinos fueron desalojados ayer por la noche de sus casas tras el derrumbe de una casa en el barrio de San Agustín de Castelló. En la vivienda afectada se encontraban un padre y su hijo que afortunadamente pudieron salir instantes antes y no resultaron heridos en el derrumbamiento.

Al parecer, el padre escuchó un fuerte ruido, avisó al hijo y lograron salir a tiempo de la casa. Aunque resultaron ilesos, el segundo tuvo que ser atendido por una crisis de ansiedad por los servicios sanitarios de la ambulancia que se trasladó hasta el lugar.

También acudió la Policía Local, que procedió al desalojo de los vecinos de las viviendas colindantes, la de la izquierda y la de la derecha, por precaución.

Y es que, según explicó el vicepresidente de la Asociación de Vecinos del Barrio San Agustín, Rafael Cruz, se desplomó «el techo del terrado, que se hundió sobre una de las habitaciones, pero se llevó también la fachada de la parte de arriba (al cierre de este periódico estaba medio colgando), con peligro de caer sobre la casa de al lado o en la calle».

Por este motivo, según indicó, agentes de la Policía Local decidieron quedarse en el lugar toda la noche de guardia.

Los vecinos estaban a la espera de la llegada del arquitecto para examinar la situación. Son casas antiguas y los primeros indicios apuntan a las últimas lluvias. En Altura también cayó una.