Me dijeron que traerían hombres al piso y que yo tenía que acostarme con ellos. Me amenazaron con echarme de casa a la calle si no me prostituía». Este fue el relato que ayer hizo en la Audiencia Provincial de Castellón una víctima de trata de seres humanos. La afectada acusó a una mujer marroquí de engañarla con falsas promesas de trabajo para captarla y luego explotarla sexualmente en Castelló.

La Fiscalía pide seis años de prisión y el pago de 12.000 euros para la presunta tratante, que ayer se sentó en el banquillo y lo negó todo. La procesada contó a los magistrados que acogió en su casa a la ahora denunciante porque esta no tenía cómo subsistir tras un trabajo fallido en Huelva. Sostuvo que la víctima le propuso que ambas se fueran a Granada a trabajar juntas en el campo y que, finalmente, tuvieron desavenencias que acabaron con la convivencia entre ambas. La fiscal le preguntó a la acusada cómo explicaba que su número de teléfono apareciera en internet vinculado a servicios sexuales, una cuestión para la que la investigada no tuvo respuesta.

La versión de la procesada contrastó con la ofrecida por la víctima. La testigo protegida contó que llegó a España con un permiso de trabajo para recolectar fresas en Huelva y que, una vez allí, una conocida la puso en contacto con la investigada. «Ella me llamaba y me insistía en que me fuera a vivir a Castelló. Decía que podría trabajar en la hostelería y ganar hasta 1.500 euros en la temporada de verano», explicó la afectada. Asimismo, recordó que, a su llegada a la provincia, la presunta tratante le dijo que no podía ejercer de camarera sin hablar el idioma y que la prostitución era un trabajo fácil.

«Yo le dije que no y ella me agredió. Me tiró del pelo y un hombre empezó a vigilarme y amenazarme», relató la mujer, quien acabó denunciando ante la policía.

Uno de los investigadores confirmó que la víctima les había confesado que fue captada con falsas promesas y que luego quisieron prostituirla.