Condenado. La Audiencia Provincial de Castellón ha dictado ya sentencia contra Fernando E.H., de 67 años, acusado de mostrar sus genitales a dos niñas de 10 y 11 años al tiempo que les proponía mantener relaciones sexuales. Los magistrados le imponen dos años de cárcel por corrupción de menores y multa de 1.800 euros por un delito de exhibicionismo y provocación sexual.

El hombre, además, tendrá que pagar una indemnización de 1.000 euros a una de las niñas, cuya madre reclamó ya que la pequeña sufría secuelas y se mostraba nerviosa tras lo ocurrido.

Según ha quedado probado, los hechos se remontan al 27 de julio del 2016, en el grupo Catorce de Junio de la capital. El ahora condenado, como destaca la sentencia facilitada por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana, se aproximó a las dos niñas de 10 y 11 años, que estaban jugando, cerca del domicilio del procesado, a Pokémon Go. Así, el hombre, actuando con ánimo de satisfacer sus deseos sexuales, las animó a entrar en su portal y les ofreció 20 euros y tabaco, al tiempo que les hacía gestos obscenos y se ponía las manos sobre sus partes íntimas.

INSISTENCIA // Al negarse las dos niñas a entrar en la casa, este insistió y las condujo, sin violencia, hasta el portal, para a continuación, volver a proponerles mantener relaciones sexuales, llegando, incluso, a mostrarles su miembro viril haciendo ademán de tocar la zona íntima a una de las pequeñas. Las dos chicas, en un descuido, lograron salir.

La sentencia recoge que Fernando E.H. es sordo desde que tenía 5 años, con un lenguaje oral muy básico y con una incapacidad para estructurar frases de manera coherente y notables carencias de información social propias de la incomunicación y de sufrir un deterioro mental leve.

TERAPIA SEXUAL // Al carecer de antecedentes penales, el ahora condenado no llegará a ingresar en prisión. Ante ello, los magistrados de la Audiencia le imponen una medida de seguridad de libertad vigilada consistente en la obligación de participar en programas formativos y de educación sexual, tal y como exigió en el juicio el fiscal encargado del caso, Javier Carceller.

El hombre además no podrá acercarse a las dos niñas ni comunicarse con ellas durante un periodo de seis años.