Un varón y una mujer, de 56 y 47 años de edad, han sido detenidos en la noche de este viernes acusados de un presunto delito de desobediencia grave y atentado a la autoridad tras protagonizar una fuerte discusión en una terraza de un local de restauración del Grau de Castelló por negarse a ponerse la mascarilla y respetar la distancia de seguridad.

Los hechos se produjeron sobre las 23.30 horas, cuando el propietario de un local de ocio de la calle Canalejas solicitó la presencia policial al oponerse estas personas a cumplir las medidas de prevención frente al coronavirus, además de causar molestias al resto de clientes.

Hasta el lugar se trasladó inmediatamente una patrulla de la Policía Local destinada al Grupo de Intervención de Proximidad, cuyos agentes al llegar al local observaron a un hombre y a una mujer muy alterados que se estaban enfrentando a los camareros y a varios clientes del establecimiento en medio de una fuerte discusión

Tras mediar en la disputa, los policías se entrevistaron con los responsables del restaurante, los cuales manifestaron a los agentes que las dos personas que estaban protagonizando el altercado habían sido recriminados en numerosas ocasiones por los trabajadores del establecimiento para que respetaran las distancia de seguridad y se pusieran la mascarilla. Éstos habían hecho caso omiso a las indicaciones de los camareros y habían seguido molestando al resto de la clientela del local.

Ante estos hechos los agentes les invitaron a abandonar la terraza del local y les recordaron la obligación de hacer uso de la mascarilla en la vía pública, haciéndole incluso entrega al varón de una nueva al estar la suya rota.

En cambio, tanto el hombre como la mujer se mostraron desafiantes y amenazaron gravemente a los agentes. En un momento dado de la intervención, la mujer, al ser obligada a salir del local, arremetió contra uno de los agentes causándoles varios arañazos en el cuerpo, por lo que a la vista de la desobediencia grave que mostraban ambas personas y después de la agresión fueron detenidas.

Mientras, los clientes y trabajadores rechazaron interponer denuncia por las amenzas recibidas, pero se ofrecieron a presentarse como testigoss de los hechos en el momento que sean requeridos por la autoridad judicial.