Operación contundente de la Policía Local de Vinaròs contra la droga. Dos jovenes colombianos fueron detenidos en la madrugada del martes al miércoles (sobre las 1’15 horas) como supuestos autores de un delito contra la salud pública y uno de ellos, además, por tenencia ilícita de armas. Cultivaban 401 plantas de marihuana en una granja de cerdos abandonada.

Con motivo de los servicios de vigilancia preventiva que la Policía Local tiene establecidos en la zona rural de la población para evitar posibles robos en viviendas, explotaciones agrícolas y/o ganaderas, los agentes detectaron un fuerte olor a marihuana al pasar por una finca en la partida Soterranyes --junto al kilómetro 9,700 de la N-232--.

Al acercarse a la misma, les sorprendió la presencia de un perro de raza peligrosa, así como detectaron a dos varones que se encontraban durmiendo en un colchón. Junto a uno de ellos, cubierta con una manta, los agentes descubrieron una escopeta sin licencia alguna, ya que al solicitar la documentación sobre el permiso de armas este no pudo acreditarse.

Tras realizar una inspección de las instalaciones, se localizaron un total de 401 plantas de marihuana, del mismo modo que 11 depósitos de agua de 1.050 litros para el riego de la plantación y herramientas para su cultivo y posterior pesaje, en un descomunal complejo de elaboración y cultivo selectivo de la droga.

Los dos varones, de unos 20 años, fueron arrestados inmediatamente. Ambos acusados de un delito contra la salud pública y uno de ellos por tenencia ilícita de armas. Asimismo, el perro peligroso localizado en el lugar de la intervención fue retirado y custodiado por el servicio municipal contratado a tal efecto.

Toda la droga intervenida por los agentes fue retirada del lugar con la colaboración de la Brigada de Servicios del Ayuntamiento de Vinaròs, trasladada para su pesaje, junto con los detenidos, al puesto principal de la Guardia Civil, para su puesta a disposición de la autoridad judicial.

EN EL AÑO 2016 // Es la segunda macroplantación de marihuana en cuanto a cantidades de plantas. En el 2016, un hombre y una mujer fueron detenidos por la Guardia Civil tras descubrir 3.200 plantas de maría, distribuidas en cuatro viviendas de una misma finca, comunicadas entre sí mediante butrones y pasadizos ocultos. Los agentes requisaron ejemplares en diferentes fases de crecimiento, así como seis aparatos condensadores, seis evaporadores de aire acondicionado, 60 focos y 60 transformadores de luz, así como multitud de garrafas y envases con productos químicos y abonos para el cultivo de las plantas de droga.