J.V.V.V. se enfrenta a una pena de prisión de 20 años por, presuntamente, raptar a la que fuera su pareja, obligarla a mantener relaciones íntimas, pegarle y amenazarla de muerte con un cuchillo. La Fiscalía lo acusa de siete delitos: agresión sexual, violencia de género, detención ilegal, coacciones, daños y amenazas.

El procesado, que se encuentra en prisión desde diciembre del 2015, se sentará en el banquillo de los acusados de la Audiencia Provincial los próximos días 15 y 16. Un mes antes de estos hechos, la víctima había denunciado al presunto agresor, sobre el que el juez dictó una orden de alejamiento por la que no podía acercarse a menos de 300 metros de la mujer como medida cautelar.

A pesar de estar sujeto a dicha medida, el individuo se saltó el alejamiento el 4 de diciembre del pasado año, forzando encontrarse con su expareja. Según relata el Ministerio Público en su escrito de acusación, buscó a la afectada por los lugares que solía frecuentar hasta que dio con ella. Le conminó a que subiera a su vehículo y ella, bloqueada, así lo hizo.

La trasladó a su domicilio donde, según el fiscal, la retuvo bajo llave durante dos días. Le arrebató el móvil y, presuntamente, lo rompió. “Si vas a la Guardia Civil, te pegaré 40 puñaladas”, asegura la Fiscalía que le decía el acusado a la mujer, amenazando con ahorcarla y propinándole, supuestamente, diversos puñetazos, tirones de pelo, bofetadas, empujones y zarandeos.

En este clima de miedo, estando la víctima “anulada”, según el escrito de acusación provisional, el hombre quiso satisfacer sus deseos libidinosos, obligándola a mantener relaciones, forzándola a decirle que “era suya”.

Asimismo, el individuo la obligó a fumar hachís. El Ministerio Público pide para la víctima 18.000 euros de indemnización por los daños morales. H