Dos incendios en fincas de viviendas de Vila-real y l’Alcora obligaron a los efectivos del Consorcio Provincial de Bomberos y a la Policía Local a evacuar a todos los vecinos de sendos bloques en la noche del martes. En total, 65 personas tuvieron que abandonar sus hogares, tras darse la voz de alarma por las llamas y el humo.

El primero de los fuegos se produjo en un bloque de pisos de la calle Joaquín Vidal de Vila-real, sobre las 23.00 horas. El foco estuvo en uno de los dormitorios que, por un posible cortocircuito, se prendió fuego y acabó calcinado. Por fortuna, los moradores del piso no se encontraban en casa, pues habían acudido al cine.

Las llamas llegaron a romper la ventana de la habitación afectada y los vecinos llamaron, asustados, al 112 para alertar del fuego.

El humo y las altas temperaturas comenzaron a propagarse por toda la casa y el rellano. Tanto es así que los 15 vecinos del bloque tuvieron que ser evacuados por los efectivos, mientras estos sofocaban las llamas del inmueble. Tres de ellos fueron atendidos por inhalación de humo por el personal sanitario desplazado en una ambulancia, aunque nadie resultó herido de gravedad.

DESALOJADOS // Una vez extinguido, los bomberos recomendaron a los residentes en la segunda planta del edificio que no volvieran a sus pisos, pues aunque habían ventilado el descansillo y las viviendas, todavía quedaban restos de la humareda. Ayer por la mañana un técnico del Ayuntamiento de Vila-real se desplazó al piso para revisarlo en profundidad y asegurarse de que la estructura no estuviera dañada, ya que en el inmueble se registraron temperaturas muy elevadas.

Cuando el incendio de Vila-real estaba controlado, los bomberos recibieron el aviso por un nuevo fuego en la calle Cristóbal Bachero Pérez de l’Alcora. Esta vez, había sido un calentador de agua de una galería el que se había convertido en una bola de fuego. Los efectivos evacuaron a los 50 vecinos, aunque no fue necesaria asistencia sanitaria. Los propietarios del piso tampoco se encontraban en él, pues estaban en una segunda residencia. Todos pudieron volver a casa tras la extinción. H