La familia de Pilar Garrido, la valenciana asesinada en México y por cuya muerte está encarcelado provisionalmente su marido, afirmó ayer que las pruebas presentadas por las autoridades mexicanas contra él «no son contundentes», y que confía en que «todo se aclare pronto».

En una rueda de prensa ofrecida en el Ayuntamiento de Massalavés, localidad natal de la fallecida, la hermana de esta, Raquel Garrido, explicó que están a la espera de repatriar los restos de su hermana, un hecho «aún sin fecha» pero que se producirá «pronto», y que han acordado con la familia del encarcelado que el bebé de un año de este con la fallecida «venga a España por su bien».

Garrido insistió ante la prensa en que «nadie más que la familia» quiere que todo se esclarezca, pero «hay que ser justos» y las pruebas contra Jorge Fernández, el marido de Pilar, que «lo está pasando mal» y al que «se ha tratado desde siempre como acusado», son «suposiciones».

«Es sorprendente cómo encarcelan a una persona en México. No vamos a defender a Jorge, pero queremos pruebas fiables, para descansar. Si es culpable, que le condenen, pero que lo demuestren», manifestó la mujer, quien recordó que la madre de la fallecida permanece en México desde que se trasladara hace un par de semanas para seguir de cerca la investigación sobre su hija.

«Mi madre está viviendo en casa de Jorge. Si ella tuviera la certeza de que él es culpable, no estaría allí. Sentimos la pérdida de mi hermana y necesitamos saber la verdad sobre qué pasó con ella, pero queremos pruebas, no suposiciones, y no han presentado pruebas suficientes de que haya sido él», zanjó.