Un vecino de Vinaròs, G.O.E., se sentó ayer en el banquillo de la Audiencia Provincial para responder por la presunta agresión sexual cometida contra una discapacitada psíquica en Vinaròs en septiembre del año 2009.

La Fiscalía pide 10 años de prisión para él y lo acusa de haber violado, realizado tocamientos y practicado sexo oral a la joven, de 24 años y con una discapacidad reconocida del 75%.

G.O.E. negó rotundamente las acusaciones y, aunque reconoció que conocía a la chica y que el día de los hechos estuvo con ella en un bar y que, posteriormente, la acompañó a bañarse en el mar, dijo que no había pasado nada entre ellos. «Después de ir a la playa, pasamos por mi piso para que yo cogiera tabaco. Fueron cinco minutos y luego la acompañé a su casa y me fui. En ningún momento la toqué», declaró el acusado, quien dijo no saber que la joven tenía una discapacidad y alegó que, cuando sucedieron los hechos, era adicto a la heroína, cocaína, alcohol y cannabis y que además consumía «a diario».

LA CHICA NO DECLARA / La víctima no declaró por recomendación médica y es que el facultativo que dirige su tratamiento aportó un informe explicando que su personación en la Audiencia y la rememoración de los presuntos abusos sexuales serían «contraproducentes» para su estado.

Los agentes de la Guardia Civil, que recogieron la denuncia de la víctima, aseguraron que su discapacidad era evidente y confirmaron que cualquier persona se habría dado cuenta de ello.

Según relataron los efectivos que procedieron a la detención del acusado en el puerto de Vinaròs, este intentó huir a la carrera cuando vio a la patrulla. Los guardias civiles aseguraron al tribunal que G.O.E. les dijo que con la chica había hecho «lo que ella quiso» y que, cuando examinaron a la joven esta les habló «de tocamientos y de dolor al contacto con el pene del acusado», aunque la víctima «no tenía la capacidad suficiente para explicar lo que le había pasado».

Por su parte, el forense que atendió a la joven en el Servicio de Urgencias del Hospital Comarcal de Vinaròs confirmó que la chica fue sometida a un test de embarazo para descartarlo.

La Fiscalía pide, además de la pena de prisión, una indemnización de 10.000 euros para la afectada por daños morales y una orden de alejamiento de 10 años tras su salida de prisión. El caso quedó ayer visto para sentencia en la Audiencia Provincial. H