El fiscal se reafirmó ayer y volvió a pedir 5 años de cárcel para el vecino de la Vall d’Uixó José María M.N., de 49 años, como presunto autor de un delito continuado de abusos sexuales respecto de un joven, que entonces tenía 13 años, al que había conocido a través de Facebook.

El Ministerio Público, durante el juicio que se celebró ayer en la Audiencia de Castellón, aseveró que el acusado «se aprovechó del retraso mental del chico --cuya edad mental en el momento de los hechos era de la un niño de 7 a 8 años-- para perpetrar los abusos, ya que si uno de los dos no quiere no hay penetración». Y añadió tras insinuar en el interrogatorio que José María había sido una mala influencia para el joven: «Además, ¡Se llevan un porrón de años!».

El procesado declaró en el banquillo ante el tribunal que en ningún momento había apreciado que el chico tenía un retraso mental. Y continuó afirmado que se trataba de un joven extrovertido y divertido y que jamás lo había obligado a nada. «En aquel momento estaba necesitado de cariño porque acababa de morir mi padre y él me daba besos». José María no tuvo reparo en contar en la sala que hasta llegó a consultar el Código Penal: «Me lo leí bien y me informé bien sobre si podía mantener relaciones sexuales con un menor de 13 años de edad, como era el caso».

«ESTÁBAMOS ENAMORADOS»

La víctima, que ahora tiene 18 años, declaró detrás de un parabán. Un testimonio que se basó en un intento de excusar a acusado y cayó en numerosas contradicciones. «Nos conocimos por Facebook y teníamos algo. Relaciones sexuales, pero sexo no. Bueno yo lo hice, pero él no hizo nada. Bueno en verdad no hicimos nada porque estábamos vestidos...». Para terminar afirmando: «Fue mi primera penetración» y «lo que hice lo hice de forma voluntaria porque estábamos enamorados».

Por su parte el padre del chico se mostró en sus declaraciones nervioso y enfadado: «Yo le preguntaba y él siempre lo negaba todo. Cuando me enteré puse la denuncia inmediatamente». La madre del joven narró que fue el padre quien al ver la extraña actitud de su hijo le rompió el móvil y la tarjeta de teléfono.

El pastor adventista de un campamento de verano que advirtió a los padres de lo sucedido narró por videoconferencia a la sala que el menor «se mostraba muy sexualizado, lo que era extraño para un chico de 13 años». Y afirmó: «Contó que tenía un novio de 44 años y que tenían relaciones sexuales, en las que participaban más chicos. Nos llamó la atención y enseguida lo pusimos en conocimiento de los padres por si era constitutivo de delito». El juico quedó visto para sentencia.