La Fiscalía de Castellón actuará de oficio en el caso de la presunta agresión sexual a una joven en Benicàssim si ve pruebas sólidas para hacerlo. La representante del Ministerio Público encargada del caso analiza a fondo las diligencias practicadas por la Guardia Civil tras el supuesto ataque sexual en la playa de Els Terrers.

Una decisión que llega después de que la víctima expresara su deseo de no ser acusación particular y decir a la jueza instructora que no se acordaba de nada, horas después de haber dado una descripción física ajustada de los agresores a la policía. La chica, de 21 años, se desdijo en sede judicial y decidió no denunciar.

La pelota ahora está en el tejado de la Fiscalía, que puede decidir acusar de oficio si ve indicios suficientes --suele pasar en casos de violencia de género o trata en los que las víctimas están atemorizadas o sometidas y no quieren ser parte del proceso--. La decisión del Ministerio Público todavía no está tomada, según indica a este diario el fiscal jefe de Castellón, José Luis Cuesta.

BENICÀSSIM Y BARCELONA

El órgano que recibió a los detenidos --estando en funciones de guardia-- remitirá el caso a decanato y un juzgado asumirá la investigación de los hechos, como explicó el TSJCV en un comunicado.

La causa castellonense no va al mismo ritmo que la de Barcelona por la supuesta violación en grupo en la sala Razzmatazz. Allí, los padres de la menor supuestamente agredida se retiraron del proceso y la Fiscalía decidió no actuar, por lo que los hechos se archivaron este mismo miércoles, alegando que era mejor para la adolescente no denunciar por su «delicado estado emocional». Nada más ha trascendido.

En el caso de Benicàssim la descripción que la joven dio a los agentes que la encontraron fue determinante para poder arrestar a cuatro chicos. Dijo que la habían forzado sexualmente y dio ciertos detalles. Sin embargo, horas después, muy nerviosa, declaró que no recordaba nada y que no reconocía a los varones.