La Fiscalía ha pedido sendas penas de 24 y 25 años de cárcel, más otros 10 de libertad vigilada, para Alberto López y Rosa Peral, respectivamente, los dos guardias urbanos de Barcelona acusados de matar en mayo del 2017 a un compañero del cuerpo, Pedro L., en un triángulo amoroso. En su escrito de acusación, remitido al juzgado de Vilanova i la Geltrú que ha investigado el crimen, se atribuye a los dos agentes de la policía local un delito de asesinato por alevosía. Además de prohibirles acercarse a los familiares del fallecido, se les reclama una indemnización de 785.000 euros. Los dos imputados serán juzgados por un jurado popular.

La acusación pública sostiene que los dos acusados iniciaron una relación sentimental en el 2012, cuando Rosa todavía estaba con su marido, un mosso d’esquadra con quien tenía dos hijas menores. Años después, en el verano del 2016, la agente inició un tercer idilio con Pedro L., también guardia urbano, que «simultaneó» con su matrimonio y con su relación con Alberto. Al final, Rosa se fue a vivir con Pedro L. a su vivienda de Vilanova i la Geltrú e, incluso, ambos llegaron a manifestar a sus amigos más cercanos su intención de casarse y de tener un hijo.

«VENGANZA» // En enero del 2017, Alberto descubrió el vínculo sentimental entre Rosa y Pedro, lo que provocó un «frontal enfrentamiento» con quien había sido su amante. El imputado, «en venganza», relata el fiscal, decidió desvelar a Pedro L. que su actual novia había tenido una aventura con los dos al mismo tiempo. Esta revelación motivó que se generara en Pedro L. «un clima de creciente desconfianza» respecto al comportamiento de Rosa.

Entre marzo y abril del 2017 se produjo un nuevo acercamiento entre Rosa y su antiguo amante Alberto. En la reanudación de esa relación sentimental, incide la acusación pública, los dos imputados llegaron a la conclusión de que Pedro L. «obstaculizaba su relación y su situación».

Por esta razón, en «hora indeterminada» de la madrugada del 2 de mayo del 2017 Rosa y Alberto, «de común acuerdo en cuanto al plan a ejecutar», decidieron «conjuntamente o uno de ellos con la ausencia del otro» acabar con la vida de Pedro L. de forma violenta. La fiscalía, sin embargo, no concreta cómo se cometió el asesinato de Pedro L.