Si hay alguien que resulta especialmente vulnerable en la actual jungla del tráfico, en la que conviven camiones, coches, motos, bicis y ahora también patinetes eléctricos, es el peatón. Cualquier golpe puede resultar mortal. Pero no solo eso, pues los viandantes se enfrentan también a la posibilidad de que el conductor que los arrolla se fugue sin socorrerlos, una conducta que no solo constituye un delito, sino que puede ser determinante para el herido.

Eso fue, precisamente, lo que sucedió esta semana en la ronda Magdalena de Castelló. Todo apunta a que, sobre las 23.00 horas del lunes, una conductora embistió a un ciudadano pakistaní, de 43 años. Según las investigaciones policiales, circulaba, presuntamente, de forma temeraria, a gran velocidad. Tras golpear al peatón, huyó del lugar sin prestarle auxilio. Para cuando llegaron los medios sanitarios, ya había fallecido.

El último coche implicado

Aunque los testigos no pudieron aportar información acerca de la matrícula o el modelo del coche, un vecino de la capital llamó a la Policía Local al ver un vehículo con daños evidentes en la carrocería y la luna, que estaba aparcado en un vado. Gracias a dicha colaboración, los agentes localizaron el turismo en la calle Miguel Juan Pascual, entre el parque Ribalta y el Hospital Provincial.

La Policía Científica analiza ahora las huellas dactilares halladas en el interior del Peugeot 206 de color gris metalizado que, supuestamente, se vio envuelto en el atropello mortal. El coche pertenece a una mujer de avanzada edad y los investigadores creen que una de sus hijas --ya detenida-- iba al volante. Se da la circunstancia de que la familia investigada es vieja conocida de la Policía Nacional por sus antecedentes relacionados con delitos contra el patrimonio en la provincia.

‘Caso María Agustina’

Pero el caso ocurrido hace escasos días no es, ni mucho menos, el único que ha vivido la provincia en los últimos tiempos. Conmocionada quedó la ciudad de Castelló en octubre del 2017 con el atropello de Alejandro Carbajo, un joven de 26 años que murió en el Hospital General poco después de haber sido golpeado en la plaza María Agustina por un conductor que también huyó. En esa ocasión resultó determinante el testimonio de los testigos, que lograron recordar parte de la matrícula.

La Policía Local realizó todas las combinaciones posibles y consiguió localizar un coche con denuncias previas por conducción alcohólica. Descubrió que Nathanael Njopen, de 19 años, iba esa noche al volante y lo detuvo.

Condena de dos años

Un jurado popular juzgó el caso en enero de este mismo año y la Audiencia Provincial impuso al conductor una pena de dos años de cárcel y 163.000 euros de indemnización para los familiares del fallecido.

«Con el atropello de nuestro hijo hemos visto que matar sale muy barato», declararon Antonio y Carmen, padres de Alejandro Carbajo, tras el juicio. Los progenitores calificaron de «ridículas» las penas que establece el Código Penal para los homicidios por imprudencia.

Sin carnet, en el Serrallo

En enero del 2017 un ciclista de origen rumano y de 50 años perdió la vida en el polígono del Serrallo del Grau, tras ser embestido por un conductor que no tenía carnet y que se dio a la fuga tras el accidente. La víctima se golpeó la cabeza contra el asfalto después de la colisión frontal y nada pudo hacerse por él.

En la 340, en Magdalena

En plenas fiestas de la Magdalena, otro atropello mortal se cobraba la vida de un hombre en el año 2012. Un conductor de 70 años embistió, presuntamente, a un peatón en la antigua nacional 340, muy cerca de la salida de la autopista AP-7, y lo dejó tendido en la calzada.

Investigadores de la Guardia Civil de Tráfico realizaron la inspección ocular y fue entonces cuando los agentes encontraron vestigios y restos de un vehículo que llevaron a los efectivos hasta el conductor supuestamente implicado.