La Guardia Civil considera que el asesinato del vendedor ambulante tiroteado en Vinaròs en el 2008 fue una «venganza de sangre». Así lo explicaron ayer durante la segunda jornada del juicio que se celebra con jurado popular en la Audiencia Provincial. Los agentes intentaron demostrar desde el primer momento, tras tener conocimiento de que existía una enemistad entre clanes gitanos a cuenta de una reyerta anterior, que el crimen de Mariano Santiago fue un ajuste de cuentas.

«La familia no estaba conforme con la sentencia de aquel caso anterior en el que hubo un muerto y un lesionado en Sabadell. Solo condenaron a dos de las siete personas que intervinieron en esa reyerta y Los Pelúos querían vengar la muerte de su tío», contó una de las investigadoras. La integrante de la Policía Judicial habló, además, de las conversaciones de los acusados que fueron interceptadas tras el pinchazo a sus teléfonos. «Localizamos una llamada que se hizo desde el propio mercado semanal de Vinaròs a un familiar de los procesados minutos después del asesinato», contó la guardia civil como prueba de la presunta vinculación del clan con el crimen del vendedor.

«Tuvimos, incluso, que tomar una medida urgente para proteger a una persona porque en las conversaciones intervenidas decían que querían matarla», reveló la agente de la Benemérita.

En la segunda sesión del juicio oral declararon también varios policías locales que actuaron el día del crimen. «La gente gritaba, al lado había un colegio y nosotros controlamos que no se fuera nadie de allí», dijo uno de ellos. «Acordonamos la zona e hicimos la reanimación al herido, mientras los familiares del fallecido pedían socorro», apuntó otro.

LOS ACUSADOS LO NIEGAN / Como publicó ayer este diario, los cinco acusados negaron durante sus interrogatorios haber ordenado la muerte de Mariano Santiago. La Fiscalía pide para cada uno de ellos 25 años de cárcel, así como una indemnización de 120.000 euros para la viuda y diferentes sumas para sus hijos.

El hombre que ejecutó al fallecido nunca pudo ser identificado y se encuentra en paradero desconocido. El juicio continuará la próxima semana con pruebas periciales. Entre otros, declararán los forenses y los expertos en Criminalística. Está previsto que la última sesión sea la del martes y que después el jurado popular empiece a deliberar sobre el veredicto de este caso.