El detenido por la muerte violenta de Mònica Borràs, la mujer desaparecida en Terrassa (Barcelona) en agosto del 2018, habría atacado a su víctima con un hacha, según se desprende de la investigación policial. El asesino confeso compareció ayer ante el juez, quien acordó prisión provisional, comunicada y sin fianza.

A pesar de que el detenido se acogió a su derecho a no declarar, el juez considera que existen suficientes indicios contra él tras el análisis del móvil de la víctima, de la actividad bancaria registrada después de su desaparición y de la existencia de una agresión mutua con su expareja cuatro días antes. Las peleas entre ambos eran continuas.

El togado llega a la conclusión, según el auto de prisión, de que Mónica Borràs fue «víctima de un ataque contra su vida» en el interior de su domicilio de Terrassa por parte del arrestado.