Una bebé de 17 meses ha ingresado en el Hospital Universitario de Burgos (HUBU) con una intoxicación por cocaína y está fuera de peligro, y llegó al centro sanitario con una hermana de tres años, que no tenía droga en la sangre, según ha informado este martes la Policía Nacional burgalesa.

El pasado sábado el Juzgado de Instrucción de Guardia comunicó a la Comisaría Provincial que en el Servicio de Urgencias del HUBU se estaba atendiendo a dos hermanas de diecisiete meses y tres años por una posible intoxicación con sustancias estupefacientes.

La Policía Nacional ha detallado a través de un comunicado que según estas primeras informaciones, los padres trasladaron a las niñas hasta el hospital a primera hora de la mañana al despertarse la más pequeña llorando de forma desconsolada y en estado de mucha irritabilidad.

En un principio el pediatra de guardia trató a la pequeña por un cuadro de dermatitis, si bien al observar que no mejoraba le sometieron a otras pruebas y analítica de orina, la cual dio positivo en tóxicos, concretamente en cocaína.

Por ese motivo y aunque la hermana de tres años no presentaba ningún síntoma, también se le realizó la misma analítica que descartó la intoxicación.

Según las mismas fuentes, desde hace años, los padres de las pequeñas tienen problemas de fuerte adicción a sustancias estupefacientes.

Se han sometido a diversos tratamientos y aunque la madre en la actualidad dice no consumir, sendas analíticas confirmaron ambos progenitores habían consumido cocaína en momentos inmediatos al incidente con las menores.

Las investigaciones policiales confirmaron que la noche anterior al ingreso de las menores los padres habían organizado una fiesta en el domicilio con unos amigos, donde hubo un consumo relevante por todos los adultos de esa sustancia.

Aunque negaron haber consumido en presencia de las niñas, las mismas fuentes han incidido en que al parecer, de alguna forma, estas tuvieron acceso a la sustancia y el bebé resultó intoxicado por la misma.

Los agentes policiales, una vez contrastados los hechos, iniciaron las gestiones necesarias con el Juzgado para habilitar las medidas oportunas de protección provisional de los menores, cuya tutela fue asumida por la Gerencia Territorial de Servicios Sociales de la Junta de Castilla y León hasta que se determine, definitivamente, la responsabilidad de los padres en estos hechos.