Nuevo susto en el Grao de Castellón. Si el pasado martes los responsables de la tienda de cortinajes Paloma Escudero, situada en la plaza de la Pescateria, denunciaban ante la Policía Nacional un robo en su local, otro conato de asalto registrado el miércoles por la noche ha vuelto a poner en guardia a los vecinos del barrio.

Esta vez sucedió en el número 12 de la calle Almirante Cervera, donde los ladrones intentaron acceder al interior del local de la delegación levantina de la empresa Carbonell Figueras, dedicada al sector de la construcción. Al parecer, los asaltantes trataron de subir la valla metálica de la puerta, cuando se vieron sorprendidos por la alarma del establecimiento, por lo que decidieron huir corriendo del lugar.

Pese a que a priori no hubo que lamentar males mayores, vecinos y negocios de las inmediaciones volvieron a mostrar su hartazgo y preocupación por la ola de asaltos que está sufriendo recientemente el recinto marítimo. «No es normal, nos sentimos desprotegidos. Te da miedo hasta de ir por la calle», comentan desde la peluquería Fémina. Este negocio, situado en la misma calle del último amago de robo, ya sufrió en sus carnes un asalto en sus instalaciones hace dos semanas.

Con el asalto del pasado martes, el número de robos perpetrados en las últimas semanas en el Grao asciende ya a diez. «Nos hemos librado, pero viendo el panorama, quién te dice que nosotros no podemos vernos también en una situación así», explican desde Talleres Nasio, ubicada justo enfrente de donde intentaron entrar el miércoles los ladrones.

Ante estos episodios, los vecinos exigen que la tenencia de alcaldía esté abierta las 24 horas del día y denuncian que cuando decidieron cerrarla parcialmente, les prometieron que añadirían otra patrulla policial para vigilar las calles. Un compromiso, recriminan, que no se ha cumplido, por lo que ahora solo hay una patrulla para 20.000 habitantes.