El Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Castellón ha archivado la causa contra el hombre de 68 años apuñalado por su mujer --de 63 y que responde a las iniciales A.R.D.-- hace apenas un mes en la capital, tras afirmar ella que el acuchillamiento se produjo en un contexto de malos tratos.

La citada autoridad judicial se ha inhibido y la causa ha pasado de manera íntegra al Juzgado de Instrucción número 6 de Castellón, que además ha denegado la salida de prisión de la presunta autora de un homicidio intentado al entender que todavía no se han practicado diligencias suficientes. De hecho, el magistrado ha ordenado que la mujer sea sometida a una evalución psicológica forense para determinar cuál es su estado mental, según ha explicado a este diario su abogada defensora, Iman Aarim.

Cabe recordar que tras apuñalar por la espalda a su marido, la encarcelada se atrincheró en su casa de la calle Amalio Gimeno de Castellón, teniendo que forzar la puerta los agentes de la Policía Nacional con una maza para llegar a ella.

Cuando los efectivos policiales lograron acceder a la vivienda, la susodicha se había herido en las dos muñecas con el mismo cuchillo de cocina con el que había atacado a su esposo previamente. La mujer se había causado dos cortes y tuvo que ser derivada al Hospital General por sus lesiones.

Tal y como ya avanzara este diario ayer en exclusiva, la detenida alegó ante el juez que su marido la había «sometido» y «maltratado» durante toda la relación y que el día de los hechos, supuestamente y siempre según la versión de A.R.D., él le había propinado un puñetazo en la cara. Según la mujer, «por miedo» cogió el arma blanca y se la clavó.

Cuando los agentes la arrestaron, la mujer presentaba un hematoma en el ojo izquierdo y una pequeña herida en el labio.

LA FAMILIA NO DECLARA / Tanto la víctima del apuñalamiento, como los seis hijos del matrimonio, se han acogido a su derecho a no declarar como testigos por ser familiares directos de la investigada --la ley les exime--. El hombre apuñalado ni ha querido acusar a su esposa ni reclama compensación económica alguna por sus lesiones. Tampoco ha solicitado ninguna medida de protección policial tras el ataque.

El suceso causó sorpresa entre los vecinos del matrimonio, quienes todavía hoy no encuentran explicación alguna a lo ocurrido. Los residentes en la finca en la que se produjo el apuñalamiento sostienen que se trata de una pareja «normal», «sin peleas ni altercados» y que llevaban juntos «toda la vida». La instrucción del caso por tentativa de homicidio acaba de comenzar.