Abusos sexuales, posesión y distribución de pornografía infantil y captación de menores con fines sexuales son los delitos a los que se enfrentará el próximo día 10 E.C.C., un vecino de Castellón para quien la Fiscalía pide 28 años de prisión. El juicio se celebrará en la Audiencia Provincial.

El Ministerio Público sostiene que el procesado --sin antecedentes penales previos-- realizó tocamientos entre los años 2012 y 2015 a una niña de corta edad con la que convivía. Según el escrito de acusación provisional, la menor contaba con nueve años y E.C.C. aprovechaba los momentos en los que se quedaban a solas para manosearla.

A consecuencia de estos hechos, la pequeña sufre secuelas psicológicas en el desarrollo de su personalidad y precisa de atención terapéutica continuada.

Una vez la abuela de la niña afectada se percató de los hechos y lo echó de casa, el acusado se refugió en el piso de los familiares de un amigo. Desde allí, mediante el uso de su teléfono móvil y ordenadores, se descargó hasta el año 2017 decenas de imágenes en las que se visualizaba a bebés y a menores de edad manteniendo relaciones sexuales. Tras el oportuno registro judicial ordenado, se hallaron en dichos dispositivos fotografías de niñas de corta edad en actitud sexual, relaciones íntimas entre menores y también prácticas mucho más duras. La Fiscalía mantiene, asimismo, que el susodicho reenvió esas imágenes por Whatsapp.

UNA NIÑA DISCAPACITADA

Durante el relato de hechos, el Ministerio Público incide también en que E.C.C. conoció a una víctima de 13 años --diagnosticada con trastorno adaptativo con alteración mixta de las emociones y del comportamiento-- y se ganó su confianza con «clara finalidad de obtener satisfacción sexual».

Logró, supuestamente, le mandara fotos de contenido sexual y consiguió quedar con ella, abusando de la menor, cuya situación psicológica se agravó a causa de estos hechos, según relata el fiscal en su calificación.

No fueron estas dos las únicas menores de las que, presuntamente, abusó el acusado. El Ministerio Público asegura que en el 2016 también realizó prácticas sexuales a una chica de 15 años, quien también padece secuelas psicológicas por estos hechos.

La Fiscalía pide, además de la pena de prisión, 30.000 euros en indemnizaciones y cinco años de libertad vigilada, además de órdenes de alejamiento para que no pueda acercarse ni comunicarse con ellas.