La sección cuarta de la Audiencia Provincial de Valencia juzgó ayer al camarero de un club de la capital acusado de haber estafado 29.750 euros a 13 clientes, a quienes supuestamente intoxicó para cargar en sus tarjetas importes que no respondían a compra o consumición alguna.

Según consta en el escrito de acusación del Ministerio Público, el acusado tiene 41 años, es de nacionalidad rusa y al parecer actuó en connivencia con otras personas, contra las que también se formuló acusación anteriormente. Este grupo, según el relato del fiscal, actuó entre mayo y diciembre del 2014 y captaba a clientes para que entrasen al club con diferentes pretextos: que la segunda copa sería gratis o que tendrían un importante descuento.

Una vez en el interior invitaban a los clientes a beberse un chupito que les dejaba en un estado de semiinconsciencia, de modo que cuando realizaban algún pago con su tarjeta de crédito los acusados se fijaban en el número de seguridad para cargar luego importes no autorizados. Al comprobar el extracto de sus cuentas bancarias, los clientes se daban cuenta de los cargos efectuados en el citado club.

Los hechos son constitutivos de un delito continuado de estafa, según el fiscal, que pide una condena de 2,5 años de prisión, así como la devolución de las cantidades cobradas indebidamente, con la responsabilidad subsidiaria de los dueños del local.