Diez jornadas de juicio prevé albergar la Sección Primera de la Audiencia Provincial para juzgar a una macrored paquistaní acusada de suplantar a compratriotas para saquear sus cuentas bancarias en Castellón y en otras provincias españolas.

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Vila-real ha centralizado la investigación a nivel nacional, ya que la banda, que comenzó su actividad delictiva en Burriana, acabó teniendo ramificaciones en Lleida, Barcelona o La Rioja, entre otros lugares de la geografía española. Quince serán los acusados que se sentarán el próximo día 14 en el banquillo, procesados por presuntos delitos de pertenencia a grupo criminal, falsificación continuada en documento oficial y mercantil y blanqueo de capitales, según consta en el escrito de acusación provisional del Ministerio Público.

La Fiscalía Provincial pide para cada uno de los acusados 13 años de prisión, lo que hace un total de 156 años de cárcel. Asimismo, solicita que indemnicen a todos los perjudicados, devolviéndoles los casi 170.000 euros que les robaron y aboga por multarlos también con 600.000 euros.

Según el fiscal, entre el mes de agosto del 2012 y diciembre del 2014, los procesados se dedicaban a obtener información sobre compatriotas suyos con cuentas corrientes en diferentes entidades bancarias para, con posterioridad, confeccionar documentos de identidad falsas y presentarse en las oficinas, haciéndose pasar por los perjudicados, retirando dinero de sus cuentas.

Los procesados falsificaban tarjetas de extranjeros, con los datos verídicos, pero con la fotografía del estafador. Los roles estaban perfectamente delimitados en la organización, pues unos se encargaban de conseguir los datos, otros de falsear los documentos y otros a hacerse pasar por las víctimas en las sucursales.

FRUTERÍAS / Los miembros de la red se reunían en algunas ocasiones en una frutería de Burriana que tenía uno de los cabecillas, A.M., que se dedicaba a la tarea de falsificación. Este tipo de negocios los utilizaban como tapadera para blanquear, presuntamente, todo el capital que lograban con sus estafas. En La Rioja, por ejemplo, llegaron a disponer de hasta siete fruterías para ello.

En el juicio se analizarán hasta 94 golpes que la banda dio por todo el territorio nacional durante dos años. Para ello, cuentan con 134 testigos, que declararán durante las diez jornadas.