Dos bañistas perdieron ayer la vida en Orpesa y Benicarló en circunstancias muy similares. En el primero de los casos, un francés de unos 65 años fue sacado del agua en la playa de Morro de Gos, donde estaba flotando boca abajo. Fue un policía local interino de Castellón fuera de servicio, que disfrutaba de un día de playa, quien se lanzó al mar para auxiliarlo. Nadó hasta donde estaba el fallecido, lo cogió y salió hacia la orilla, momento en el que los socorristas del servicio de vigilancia lo ayudaron.

Tumbaron al bañista en la playa y durante una media hora, aproximadamente, un enfermero y los propios socorristas intentaron reanimarlo, practicándole las maniobras pulmonares y con la ayuda de un desfibrilador.

Sin embargo, los intentos de los efectivos por salvarlo fueron inútiles y la muerte del turista se confirmó. Habrá que esperar a la autopsia para saber la causa exacta de la muerte del hombre, pero todo apunta a que podría haber sufrido algún problema cardíaco. La víctima era una persona muy corpulenta. En el suceso intervinieron agentes de la Policía Local de Orpesa, un SAMU, los socorristas y el agente fuera de servicio que sacó del agua al finado.

AL POCO RATO, OTRO CASO / En la playa del Morrongo de Benicarló, poco después, varios bañistas se percataron de la presencia de un hombre de avanzada edad (73 años), que se había desvanecido dentro del agua y flotaba boca abajo. Lo sacaron y los servicios de salvamento intentaron, durante una media hora, reanimarlo. Sin embargo, no pudieron salvar su vida. Efectivos de la Guardia Civil se personaron en el lugar, acordonaron la zona, la vallaron y taparon el cuerpo sin vida del bañista, ante la presencia de numerosos curiosos. Todo parece indicar que el hombre, un vecino de l’Alcora, había acudido con unos familiares de Benicarló a la playa como solía hacer cada día.