Dos bebés prematuros han fallecido en los últimos diez días en el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona a causa de una inflamación intestinal complicada por la presencia de una bacteria, lo que ha obligado a aislar, al menos, a otros tres prematuros.

Fuentes del centro hospitalario informaron ayer de que la situación de los dos bebés fallecidos, uno de menos de 500 gramos de peso y el otro que no llegaba a los 700, era frágil, y que la causa de la muerte es una enterocolitis (inflamación intestinal) que se agravó por la presencia de la bacteria Klebsiella, que les causó una sepsis. Uno de los bebés fallecidos había nacido a las 25 semanas de gestación y, el otro, a las 24.

Vall d’Hebron ha abierto una investigación ante el fallecimiento y el contagio de los otros prematuros, que también estarían afectados por la citada bacteria aunque no presentan síntomas.

Los padres de uno de los bebés muertos, una niña, expresó sus dudas por la limpieza del centro hospitalario, ya que «no es muy normal que al andar por la sala las suelas de los zapatos se quedaran pegadas» al suelo.

suciedad // El Defensor del Paciente, en una misiva dirigida al Fiscal, vincula la expansión de la bacteria a la suciedad que detectó esta entidad recientemente, y que también denunció en un comunicado a finales de marzo.

«Nos llena de dolor que esto se haya cumplido ya que, al menos cuatro bebés --según esta asociación--, han sido objeto de este peligro por falta de asepsia».

También ha denunciado que, en este caso, no se tuvo la precaución de trasladar de inmediato a los infantes cuando se tuvo conocimiento del primer afectado.

«Entendemos esto como un delito contra la salud de los ciudadanos, máxime cuando se trata de bebés o de personas con las defensas bajas en un centro sanitario, que debe estar totalmente aséptico, porque en ello va la vida de las personas», argumentaron desde la asociación.