Doce personas han perdido la vida en las carreteras de la provincia durante los meses de julio y agosto, exactamente el doble de las que murieron el pasado verano, según datos proporcionados por la Jefatura Provincial de Tráfico a Mediterráneo. Un verano negro dentro de un año que es ya el más trágico del último lustro, con 32 víctimas mortales.

Diez de las doce víctimas de este verano sufrieron accidentes en vías interurbanas, mientras que dos personas más lo hicieron en ciudad. Las cifras son exactamente el doble que hace ahora un año, cuando los fallecidos en carretera eran cinco y únicamente una persona había perdido la vida en zona urbana.

Benlloch, Santa Magadalena de Pulpis, Torreblanca, Burriana, Castellón y Onda han sido algunos de los municipios escenario de las tragedias viales. Entre los accidentes más graves del estío, el que se cobró el 19 de julio la vida de un vecino de Vall d’Alba, de 36 años, en un choque frontal en la CV-13, en el que el hijo del fallecido, de 12 años, también resultó herido de gravedad. Otra de las tragedias, la muerte del menor de Benicarló Isaac Cherta, de 17 años, quien sufrió un terrible accidente cuando se desplazaba en su motocicleta por el antiguo camino de Sant Mateu, en el que chocó contra un turismo.

22 HERIDOS GRAVES // Durante los meses de julio y agosto de este año han tenido que ser hospitalizadas otras 22 personas al verse implicadas en accidentes de tráfico, según los datos de la DGT.

La siniestralidad vial del 2016 era ya una de las más preocupantes antes de que comenzara el verano, cuando se producen la mayoría de los desplazamientos. Y es que durante los seis primeros meses del año la cifra de fallecidos (20) alcanzaba casi a la de todo el año anterior (23).

La DGT recuerda que la mayor parte de accidentes con heridos en la provincia se dan en vías secundarias y la mayoría de implicados tienen entre 25 y 45 años. Asimismo, explican que las distracciones son ya la primera causa de accidente, seguida del exceso de confianza y de velocidad. H