En apenas medio mes, una adolescente de 17 años asegura que le obligaron a prostituirse una decena de veces en Alicante y a drogar a los clientes para que se durmieran y desvalijarles sin problemas. Todas las ganancias, 50 euros por servicio, tenía que entregarlas a una pareja que la tenía amenazada y cuando quiso poner fin a este calvario fue agredida y pidió auxilio, momento en que los agentes la socorrieron.

La joven explicó a la policía que llegó a Alicante a mediados de septiembre desde otra provincia en la que vive su madre y contactó con una joven que conocía al haber coincidido ambas en un centro de menores. Le dijo que necesitaba piso a partir de octubre y la amiga le ofreció quedarse con ella y su novio en su casa. No era una oferta altruista. A cambio le pidió que se prostituyera y les diera el dinero que ganase.

La pareja, que está en prisión desde hace unos días, se aprovechó de su vulnerabilidad y desesperación para lograr que aceptara, ya que además el novio de su amiga la amenazó y le dijo que tenía una pistola. Según la denuncia, la amiga de la menor creó perfiles en redes sociales y ella misma gestionaba las citas y le obligaba a realizar los servicios sexuales. Antes de mantener relaciones, le daban benzodiazepinas para que se los diera a los clientes con el fin de adormecerles y poder robarles luego dinero y diferentes efectos, como móviles, televisores y equipos de música.