Una trifulca nocturna en un restaurante asiático de la calle Benárabe de Castellón ha destapado un nuevo caso de violencia machista. La escandalosa pelea se produjo en la madrugada del lunes al martes cuando dos hombres --dueño y empleado del negocio de hostelería-- la emprendieron a golpes entre ellos.

El altercado no pasó desapercibido entre los vecinos de la zona, que comenzaron a escuchar gritos sobre la medianoche. Los implicados en la pelea iniciaron la discusión en el interior del local, pero acabaron saliendo a la calle, por lo que La Policía Local recibió un aviso telefónico para acudir al lugar. «Las voces se oían perfectamente en plena noche y nos asustamos bastante», comentaban ayer los testigos. A la llegada de las patrullas, un joven de 22 años presentaba una herida sangrante en una mano (recibió cuatro puntos de sutura), por lo que los servicios sanitarios acudieron para atenderlo. Los agentes trataron de hablar con los implicados, de origen chino, que a duras penas sabían castellano, lo que complicó la labor.

Una mujer, que se encontraba a las puertas del local junto al joven, también se mostraba muy nerviosa, por lo que los policías locales decidieron hablar con otros dos testigos de lo sucedido, empleados también del restaurante asiático. Estos refirieron a los efectivos que el dueño del negocio y el joven herido habían protagonizado una pelea, permaneciendo el dueño todavía en el interior del establecimiento.

LA INTERVENCIÓN

Los agentes entraron y encontraron al gerente, de 37 años, con distintas heridas. Presentaba contusiones, una brecha en la cabeza y también una herida sangrante en la nariz.

Presuntamente, este último sometía a malos tratos a su pareja, la trabajadora que se encontraba alterada en la entrada. Ante un nuevo episodio de maltrato, el hijo de la mujer --el joven de 22 años herido-- se había interpuesto entre ellos para defenderla y así evitar que fuera agredida por su pareja sentimental.

Los dos hombres comenzaron a pegarse, formando un altercado que llamó la atención del vecindario y que motivó la llamada de alerta al teléfono 092.

Por todo ello, el presunto maltratador fue arrestado por la Policía Local como supuesto autor de un delito de violencia de género y otro de lesiones contra el hijo de su pareja. El joven que quiso interceder por su madre también acabó arrestado por las lesiones ocasionadas al dueño del bar.

Preguntada por los agentes, la mujer reconoció que sufría violencia machista de larga duración y se decidió a acudir a presentar denuncia ante la Policía Nacional de Castellón.