La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha confirmado las penas impuestas por la Audiencia Provincial de Valencia a los principales acusados del asesinato de Miguel Veses, el empresario cuya casa asaltaron mientras dormía el 22 de enero del 2015 en una urbanización de Llíria (Valencia). Varios vecinos de Almassora y otros de Valencia organizaron el golpe, robaron en el domicilio, asfixiaron a la víctima y huyeron en su automóvil hacia la Vall d’Uixó, donde acabaron abandonando el vehículo. Los implicados ocultaron el botín en sus domicilios de Almassora y, luego, vendieron algunas joyas en locales de compraventa de oro de Castelló.

El tribunal desestima los recursos de casación interpuestos por dos de los condenados y confirma las penas de 31 y 32 años que les impuso la Audiencia por delitos de asesinato, robo y lesiones.

Los recursos interpuestos por otros de los implicados apenas han hecho variar sus condenas. El alto tribunal de Madrid ha reducido de 22 a 21 años la pena de uno y en tres años la del otro.

La magistrada incide en que los cuatros acusados, que entraron en el domicilio de la víctima por una ventana, iban armados --pata de cabra, cuchillo, pistola simulada y tubo metálico apto para disparar cartuchos-- con objetos «aptos para causar no solo lesiones, sino la muerte de una persona, máxime si eran utilizados simultáneamente».

ATAQUE // Hallaron a la víctima tumbada y dormida ante el televisor, y por ello totalmente desprevenida y desarmada. Tres de ellos empezaron a atacarla, la ataron de pies y manos y, después, la agredieron brutalmente, como refleja la sentencia.

Tras el crimen, efectivos de Seguridad Ciudadana, Policía Judicial, Servicio Aéreo y Grupo de Reserva y Seguridad número 3 de Valencia participaron en una operación que se llevó a cabo de forma simultánea en Almassora y Llíria. El hallazgo del coche en la Vall fue determinante.