Una discusión familiar fue el origen de los tres tiros, realizados con un revólver sin licencia, que el domingo segaron la vida de Ana Belén Varela, una mujer de 56 años que murió en su domicilio en Cabana de Bergantiños (A Coruña), supuestamente a manos de su marido, que hoy pasará a disposición judicial.

El lugar de Tras de Agra, en la parroquia de Canduas, vivió el domingo por la tarde una tragedia que acabó con una mujer muerta y un hombre, nacido en 1962, detenido en el cuartel de la Guardia Civil de Carballo, capital de la comarca de Bergantiños.

Ayer se sucedieron los minutos de silencio en toda la geografía gallega, que coincidieron con la declaración del crimen como violencia de género, realizada por la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género.

CONCENTRACIONES // Numerosos ayuntamientos, como A Coruña, Ferrol, Carballo o el que vio el crimen, Cabana de Bergantiños --donde las banderas ondean a media asta--, organizaron concentraciones de repulsa, también presentes en la Delegación del Gobierno en Galicia y en la Xunta. Fue el delegado del Gobierno, Javier Losada, quien desveló que el suceso se produjo tras «una discusión familiar», cuando el marido de la víctima le disparó tres veces por la espalda. Lo hizo con un revólver para el que no tenía licencia en un momento en el que la pareja se encontraba en trámites de ruptura, sin ninguna denuncia por violencia de género.

Ana Belén Varela Ordóñez, madre de dos hijos, es la víctima número 26 por violencia machista en lo que va de año en España.

Nueve de las mujeres asesinadas este 2018 también se encontraban en trámites de ruptura mientras que 20, al igual que ella, tampoco habían interpuesto ninguna denuncia.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, mostró su repulsa a través de Twitter, al igual que la vicepresidenta y ministra de Igualdad, Carmen Calvo.