Años atrás era habitual el robo de los radiocasetes, luego aumentaron las sustracciones de llantas de aluminio y después también de los GPS. Ahora, el robo de moda es el de los catalizadores. La Guardia Civil y la Policía Nacional investigan sustracciones registradas en las últimas semanas en Benicàssim, Vinaròs y Castellón. Los objetivos: coches aparcados en la vía pública.

Los ladrones actúan de noche para no ser descubiertos y se apoderan de una pieza que contiene valiosos metales, tales como platino, paladio y rodio. Un objeto que, debido a sus componentes, alcanza en el mercado negro un valor económico importante.

Para las víctimas, el hurto sale caro y es que reponer un catalizador tiene un coste que oscila entre los 600 y los 1.000 euros. La pieza en cuestión sirve para el control y reducción de los gases nocivos expulsados por el motor de combustión interna.

LOS DETALLES / En Benicàssim, por ejemplo, algunos de los robos se han producido en las calles Oliveres, Evian les Baines y Albeniz, además de en la plaza de Les Corts Valencianes, según ha podido saber este diario de fuentes conocedoras del caso. Los perjudicados ya han denunciado estos hechos ante el cuartel de la Guardia Civil del municipio, que se encuentra tras la pista.

Todo apunta a que los autores de los robos habrían actuado en grupo, de modo que unos pueden extraer el catalizador de la parte baja del vehículo, mientras otros vigilan para no ser vistos.

En el caso de Vinaròs, en la avenida Leopoldo Querol también se han registrado robos. La Policía Local pudo detener hace unos quince días a un caco que fue pillado in fraganti sustrayendo esta pieza. Lo que permitió el arresto del ladrón fue, precisamente, un aviso vecinal. Un testigo de la conducta sospechosa del ladrón alertó de su presencia y los agentes municipales se desplazaron hasta el lugar para identificarlo.

En la capital de la Plana también se han registrado casos y los perjudicados ya han dado parte al seguro para la reposición del catalizador del turismo.

‘OPERACIÓN LIPOVA’ / La última gran operación contra el robo de este tipo de piezas en Castellón se llevó a cabo hace un año y medio. La Guardia Civil, en el marco de la Operación Lipova, desarticuló una organización dedicada a la sustracción de catalizadores de vehículos en España y Francia. Cinco personas --todas de nacionalidad búlgara-- fueron detenidas y los investigadores se incautaron de miles de catalizadores, seis vehículos, 26.000 euros en metálico, tres diamantes, 36 joyas, trece relojes alta gama, tres radiales y cuatro cortatubos.

La organización daba sus golpes en distintos puntos de la geografía española (Castellón, Valencia, Alicante, Teruel, Zaragoza, Murcia, Albacete y Segovia), llegando hasta Perpiñán (Francia).