El juicio contra los mossos d’esquadra acusados de la muerte de Juan Andrés Benítez en el Raval, tras una violenta reducción policial, duró 35 minutos. Y sin jurado popular. Los agentes aceptaron ayer in extremis la propuesta de la fiscalía y las acusaciones, tanto la particular como la popular, de declararse culpables de un delito de homicidio por imprudencia grave y otro contra la integridad moral, y asumieron una pena dos años de prisión, que por ahora no cumplirán, y otras medidas adicionales, como no poder patrullar durante cinco años. El juez dictó sentencia de viva voz y después suspendió el ingreso en la cárcel de los agentes implicados con la condición de que no cometan delito alguno durante un tiempo.

La pena impuesta para los seis acusados de la muerte de Benítez, ocurrida el 6 de octubre del 2013, es de dos años de prisión, suspensión de empleo y sueldo en el mismo periodo, así como a cinco años de libertad vigilada. La indemnización a la familia de la víctima es de 150.000 euros. H