Una tortuga boba llega a la playa del Serradal de Castellón para desovar. La Policía Local de Castelló, la Universidad de València y el Centro de recuperación de fauna La Granja del Saler han participado esta madrugada en la recogida de más de un centenar de huevos, concretamente 112, que ha depositado esta tortuga (caretta caretta) en la playa levantina al desovar a escasos metros de la orilla del mar.

El histórico acontecimiento se ha producido sobre las 4.00 horas de la madrugada cuando una vecina de

la zona divisó a una tortuga marina de grandes dimensiones que se encontraba varada en la playa. La testigo llamó inmediatamente al Centro Integral Municipal de Seguridad y Emergencias (CIMSE, 092) para comunicarlo y alertó a los agentes de que el reptil podría tener problemas para volver al agua.

El CIMSE movilizó rápidamente a una patrulla de la Policía Local que localizó a la tortuga marina a 11 metros de la orilla del mar. El reptil se encontraba desovando en un profundo hoyo que había cavado en la arena. Al tratarse de una situación completamente atípica (según los técnicos del Centro de recuperación de fauna La Granja del Saler, en 200 años sólo se han registrado 4 casos similares en las playas levantinas).

Los agentes dieron la voz de alarma al Servicio de Emergencias 112 y se trasladaron hasta el lugar en cuestión junto a un responsable de la Universidad de València para la recogida de los huevos, ya que la tortuga había desovado muy cerca de la orilla y el nido corría riesgo de inundarse. Mientras, los agentes acordonaron la zona para que tanto la puesta de huevos como el retorno al mar se desarrollara fuera de peligro y con tranquilidad.

Sobre las 05.00 de la madrugada, un profesor de la Universidad de València se personó en el Serradal y traslocó el nido de tortuga, recogiendo los 112 huevos, que han sido depositados en un nido artificial situado en un área protegida ubicada en el Parque Natural de la Albufera de València, y que habitualmente se utiliza para la nidificación del “chorlitejo patinegro”. La zona se encuentra restringida al público y en septiembre, cuando está previsto que los huevos eclosionen, un grupo de voluntarios vigilarán el nido para comprobar que todos los reptiles salen en perfectas condiciones y retornan

a su hábitat natural.

Cabe destacar que esta especie de tortuga marina, la tortuga boba, se halla en peligro de extinción y, al igual que otras especies de tortugas marinas, se enfrenta a muchas amenazas, tales como la contaminación del mar por los plásticos, los anzuelos y redes de pesca y la pérdida de sus playas idóneas para anidar, por lo que merece la máxima protección.