Un vecino de Vila-real ha sido condenado a tres años y dos meses de cárcel por los delitos de abusos sexuales y captación de material pornográfico. El hombre manoseó a su hijastra, de 14 años, y se masturbó en presencia de la menor, que lo consideraba un padre al haberse criado con él y que lo llamaba papá, según reza la sentencia a la que ha tenido acceso este periódico. Los hechos se prolongaron durante dos años aproximadamente, hasta que la menor cumplió los 16 y decidió denunciar, junto a su madre.

El sentenciado, movido por su ánimo libidinoso y aprovechando los momentos en que la afectada estaba sola en casa, le realizaba tocamientos impúdicos, llegando a golpear la espalda a la menor con sus genitales, obligándola a que lo besara y tocara, frotándose contra la adolescente y tumbándose encima de ella, acercando sus partes a las de la menor. Al menos en una ocasión, se masturbó en presencia de esta, según ha estimado probado el tribunal de la Sección Primera de la Audiencia Provincial.

El condenado depilaba las piernas y las ingles de la niña y, aprovechando el respeto que ella le tenía, llegó a tomar fotos de sus genitales con su teléfono móvil.

El padrastro de la víctima se movía, según los magistrados, «siempre por ánimo lascivo» y le preguntaba a la adolescente cuestiones de sexo que la hacían sentir incómoda. Los jueces han considerado que el testimonio de la víctima, «lejos de tildarse de ambiguo, resultó ser preciso sobre los comportamientos desplegados por el procesado».

También dieron crédito al testimonio de la menor las dos psicólogas que la examinaron tras su denuncia y desestimaron la idea de que la adolescente y su madre tuvieran animadversión hacia el procesado, como él sostuvo.