En la entrega de los premios Feroz del 2016, en presencia del equipo de Paquita Salas, a los directores de la serie, Javier Ambrossi y Javier Calvo --los Javis para el mundo del artisteo y su creciente prole de seguidores--, se les escapó un dato que retumbó entre la concurrencia: «Nos han escrito los de Netflix, dicen que quieren a nuestra Paquita», les soltaron. «Era tan increíble que nos pareció una broma», recuerda Belén Cuesta, la actriz que da vida a la asistente Magüi Moreno en la ficción. La broma, que no era tal, es desde el viernes ya realidad con el estreno en la plataforma de la segunda temporada de la serie.

La segunda temporada de Paquita Salas, que tiene como protagonistas a los dos directores y a Brays Efe --el actor que encarna al personaje principal-- es fiel a las señas de identidad de la primera. «Si alguien esperaba ver otra serie, que lo descarte. Es la Paquita de siempre, pero metida en nuevos líos», avisa Ambrossi. Cambian los medios -la primera parte la grabaron en ocho días; para la segunda han tenido tres semanas--, pero la actitud millennial y el humor almodovariano que definieron los primeros episodios permanecen intactos. «Hemos mantenido la forma artesanal de trabajar, como de reunión de amigos, que teníamos al principio», ilustra Efe, autor del guion del segundo de los cinco capítulos, de 30 minutos cada uno, que componen la nueva entrega.

NUEVOS CAMEOS // Como le ocurría antes, Paquita volverá a fracasar en su intento por conseguir que su realidad tenga el brillo de sus sueños, o al menos por salir de la ruina, aunque no dejará de intentarlo. Si una de las gracias de la primera tanda fue la ilustre lista de famosos que se animaron a colaborar, los cameos seguirán sorprendiendo al espectador en la nueva temporada. A Andrés Pajares y Belinda Washington, que repiten, se añaden figuras como Paz Vega, Antonio Resines, Kira Miró o incluso Ana Obregón, entre otros rostros conocidos.