Aunque con menos tráfico de lo habitual por el coronavirus, las carreteras de la provincia están registrando un aumento de desplazamientos este fin de semana con la operación retorno. Muy pendientes de todos esos movimientos está la flota de radares que la DGT tiene instalada en suelo castellonense durante la campaña estival marcada por el covid.

Un total de 45 radares, seis más que el año pasado, escudriñaron al detalle la velocidad de los miles de vehículos que han cambiado de destino durante el éxodo vacacional. La gran novedad para reforzar la vigilancia en Castellón es la incorporación de dos radares de tramo que se encuentran en la N-340, en concreto, en el kilómetro 1033, 05 (sentido decreciente) y en el 1035,8 (creciente), los dos en Santa Magdalena de Pulpis.

La otra variación es la instalación, esta misma semana, de dos radares fijos en carreteras autonómicas. Estos están localizados en la autovía de Castelló a Benicàssim (CV-149), a un kilómetro de la capital; y en la CV-141, en Peñíscola, en el principal acceso a la localidad desde la N-340.

Volviendo a los radares de tramo, cabe destacar que es la primera vez que las carreteras de la provincia cuentan con estos dispositivos, cuya peculiaridad es que calculan la velocidad en función del tiempo que tarda el conductor en pasar entre dos puntos, ya que, a diferencia de los estándares, monitoriza durante más tiempo si el vehículo está respetando los límites marcados o no.

Más allá de este refuerzo novedoso sobre el asfalto, la red viaria de Castellón también cuenta con un aumento de los radares fijos respecto al pasado verano. Si entonces eran 13, ahora la cifra ha aumentado en cuatro unidades. Las nuevas incorporaciones a pie de carretera se sitúan en el kilómetro 55,93 de la CV-10, a la altura de la Jana; en el 5,088 de la N-225, en la Vall d’Uixó y los recientemente instalados en la autovía de Castelló a Benicàssim y el mencionado de Peñíscola.

A los dos radares de tramo y los 17 fijos se suman también otros 26 puntos de control móviles, misma cifra que en el 2019, lo que suma un total de 43, en comparación de los 61 de Alicante y los 63 de la provincia de Valencia.

‘Cazador' de foráneos /A falta de conocer los datos del año pasado, uno de los cinemómetros de Castellón sigue ostentado un récord a nivel nacional. Se trata del radar fijo ubicado en la AP-7, en Alcalà de Xivert, cuya ubicación estratégica --cierta proximidad respecto a la frontera y ser una zona de paso al resto de la Comunitat-- le convierten en el radar que más multó a personas extranjeras en el 2018, con 10.648 sanciones, principalmente de origen francés.