Almassora, 5 de octubre. En el interior de una empresa de pinturas, una máquina secciona el brazo a uno de sus trabajadores. Castellón, 6 de septiembre. Otro trabajador sufre un traumatismo craneoencefálico tras haberse golpeado la cabeza con un hierro en una empresa del Polígono Industrial de la Ciudad del Transporte. Peñíscola, 15 de junio. Un operario de 42 años muere tras precipitarse de la azotea de un edificio mientras colocaba un trozo de tela asfáltica... La impresión que da esa acumulación de malas noticias se confirma al echar un vistazo a la estadística: durante los ocho primeros meses del año, cinco trabajadores de la provincia perdieron la vida en el lugar donde debían ganársela. Y a la cifra de fallecidos hay que añadir la de los accidentes graves (35 víctimas, 11 más que el mismo periodo del 2016) y la de los leves, que afectaron a otros 4.522 trabajadores. En total, de enero a agosto se han registrado en la provincia 4.562 accidentes laborales, a una media de 19 al día, y un 9% más que en el pasado 2016.

Pero, ¿por qué repuntan los accidentes laborales en Castellón? La explicación más evidente, al menos para los empresarios, está ligada a la recuperación económica. Por pura ley de probabilidad, si hay un incremento de la actividad y del número de trabajadores es normal que se produzcan más accidentes laborales. Sin embargo, el crecimiento de la actividad y del empleo no bastan para explicar el fuerte repunte de la siniestralidad, al menos, para los sindicatos. ¿Por qué? Para empezar, porque el número de trabajadores afiliados a la Seguridad Social aumentó en Castellón un 0,8% de enero a agosto, mientras que la siniestralidad se incrementó el 9% es decir, once veces más. Pero es que, además, no solo están aumentando los accidentes laborales en términos absolutos, sino el denominado índice de incidencia, que hace referencia al número de siniestros laborales que se producen por cada 100.000 trabajadores en activo. En Castellón, el índice de incidencia es de 281,6, mientras que hace solo un año era de 271,1.

Cristina Moreno, directora general del Instituto Valenciano de Seguridad y Salud en el Trabajo (Invassat), reconoce que las cifras son preocupantes. «Se han levantado todas las señales de alerta, sobre todo en Castellón. Es evidente que cuando aumenta la actividad económica, crece la siniestralidad laboral, y lo que estamos haciendo ahora es estudiar con detenimiento las posibles causas para poder actuar, ya que nuestro compromiso es mantener la tolerancia cero hacia los accidentes laborales», explica.

En en conjunto de la Comunitat Valenciana, los accidentes laborales registrados hasta agosto han aumentado, pero en Castellón todavía lo han hecho más. «Esta provincia tiene una mayor concentración industrial y ese puede ser uno de los motivos», apunta la directora general del Invassat que remarca, no obstante, que la Comunitat es la segunda con menor índice de incidencia, solo superada por Madrid.

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LA CULPA, DE LA PRECARIOEDAD // La recuperación puede influir, pero los sindicatos se niegan a aceptar que es la única causa y apuntan directamente a la precariedad. «La precariedad en el trabajo propiciada por la reforma laboral está produciendo el deterioro de la salud y de la calidad de las condiciones de trabajo», argumenta Marisa Baena, secretaría de Salud Laboral, Medio Ambiente y Cooperación de UGT-PV.

Marisa Baena insiste en que detrás del fuerte incremento de los siniestros en el trabajo están los altos índices de temporalidad. «El trabajador no recibe formación de los riesgos que hay en su puesto de trabajo y no la recibe porque el contrato laboral le dura tan poco que ni siquiera al tiempo para que se forme en materia de prevención», denuncia.

Los datos son los que son y el Consell estudia medidas para darle la vuelta a la situación. «Hace pocas semanas se aprobó la Estrategia de salud laboral de la Comunitat, pactada con sindicatos y empresarios», añade Cristina Moreno. Los sindicatos aplauden la iniciativa pero van un paso más. «La Estrategia es un paso adelante pero para reducir los accidentes hay que derogar la reforma laboral», concluye Baena.