El ejército de alérgicos cierra filas. Llega la primavera, y eso no es precisamente una buena noticia para las más de 150.000 personas de Castellón que sufre algún tipo de hipersensibilidad. Y subiendo. La Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (Seiac) estima que en menos de una década la mitad de la población española desarrollará algún tipo de alergia y, además, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya la sitúa entre las seis patologías más frecuentes.

Algo más del 40% de los 150.000 alérgicos de Castellón lo son al polen. Y ahora tienen un buen motivo para blindarse y encerrarse a cal y canto cuando los niveles se disparan. Algo que invariablemente tiene lugar cada año entre marzo, abril y mayo. Pero ahora es peor. Los alergólogos hablan de rinitis multiestacional y de personas polisensibilizadas. Eso quiere decir que desde enero, que empieza la polinización del ciprés, hasta finales de julio, muchas personas pueden tener síntomas de alergia, porque el 95% de los pacientes es sensible a más de un tipo de polen. “La primavera es la época más mediática de nuestra especialidad y realmente la que más problemas provoca al paciente alérgico y al alergólogo, pero muchos alérgenos están presentes todo el año, no sólo en primavera, lo que obliga al paciente a recibir tratamiento con fármacos o vacunas antialérgicas durante largos períodos de tiempo”, apunta el doctor Javier Montoro, presidente de la Asociación Valenciana de Alergología e Inmunología Clínica (Avaic).

Julián Borrás, jefe de la Sección de Alergología del Hospital Provincial de Castellón, destaca que las alergias más comunes en Castellón son las rinitis y asmas debidas, fundamentalmente, a los ácaros del polvo doméstico, así como al polen de parietaria, gramíneas y olivos. Y la climatología influye. “El clima mediterráneo favorece la polinización de especies como el ciprés y parietaria durante todo el año. Además, el hecho de tener una elevada humedad relativa propicia la incidencia de alergia a los ácaros”, describe el especialista.

Los síntomas más frecuentes son, por lo tanto, de tipo respiratorio, en forma de rinitis o rinoconjuntivitis, como el picor nasal y ocular, estornudos, moco, taponamiento nasal, lagrimeo, enrojecimiento ocular... Si los síntomas se presentan en forma de asma, el paciente presentará tos seca frecuente, dificultad respiratoria con opresión al pecho y pitos al respirar por la noche.

EL ALÉRGICO, ¿NACE O SE HACE? // Pero, ¿por qué hay cada vez más alérgicos en Castellón? ¿qué hace que una persona sea hipersensible a un determinado polen y otra no? Los especialistas coinciden en que la mochila genética pesa bastante y esta condición se hereda en muchas ocasiones. “Los hijos de padres alérgicos tienen más probabilidad de padecer una alergia, más si ambos padres lo son. Tiene un componente hereditario, aunque no se hereda la alergia en sí, sino la capacidad de padecer alergia a algo, ya sea respiratoria o alimentaria o de otro tipo, a lo largo de la vida. Es lo que se llama atopia”, argumenta Mario Ferrer, pediatra especializado en alergia y asma infantil con consulta en Vila-real y profesor de la Jaime I de Castellón.

La genética influye, como también lo hacen otros múltiples factores. Uno de ellos es la mayor contaminación, y no solo la industrial. “Los humos de los motores de los automóviles también contribuyen a este incremento de personas afectadas”, sostiene el doctor Javier Montoro.

Y junto a estas causas está la teoría de la higiene, que apunta a las vacunas, al consumo de antibióticos y a una alimentación esterilizada como causas que impiden la exposición a gérmenes en los primeros meses de vida y, por tanto, el desarrollo de inmunidad. “Sea por una conjunción de todo, o por la propia evolución de la especie humana y su sistema inmunológico, lo cierto es que existe un aumento en el número de individuos alérgicos, y especialmente en la infancia”, escribe el doctor Mario Ferrer.

FALTAN ESPECIALISTAS // Cada vez son más las personas que sufren algún tipo de alergia y el número de especialistas sigue siendo raquítico. De hecho, Alergología es junto a Traumatología una de las especialidades médicas que tradicionalmente soporta más listas de espera. “Hay una carencia importante de especialistas. La alergia no la puede tratar cualquier médico y hay comunidades, como Baleares, donde no hay ni un solo especialista público. Lo que es evidente es que hay muchísima demanda por parte de los pacientes y muy poca oferta de especialistas”.

Una vez detectada la alergia hay que tratarla. Los especialistas apuntan que lo único que puede curarla o mejorara es la vacuna. Pero el tratamiento no es barato. Por lo general, hay que vacunarse una vez al mes y cuesta de media unos 250 euros para unas ocho dosis. La Seguridad Social solo cubre la mitad del coste. H