Los autónomos cobran un tercio menos de pensión que los asalariados

Este es el telón de fondo sobre el que se dibuja una situación de discriminación de hecho para los autónomos. En el caso de los 19.343 castellonenses que, con una pensión media de 710 euros, cobran casi un tercio menos (-32%) al jubilarse que los empleados por cuenta ajena inscritos en el Régimen General de la Seguridad Social, quienes suman un total de 55.547 personas y perciben una nómina media de 1.050,36 euros, según la radiografía que presentan los datos publicados por el Ministerio de Empleo al cierre del pasado febrero.

EL 80% COTIZA LO MÍNIMO

Tanto el presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) en la Comunitat Valenciana, Rafael Pardo, como de la nueva patronal Confecomerç, que agrupa a los autónomos y al sector comercial de la Comunitat, el castellonense Cipriano Cortés, coinciden a la hora de señalar la causa directa de la diferencia tan abultada entre las pensiones de los trabajadores por cuenta propia y ajena y señalan que la mayoría, de hecho en torno a un 80%, cotiza el mínimo legalmente posible a la Seguridad Social.

Pardo indicó este lunes que la única diferencia a la hora de valorar la cuantía de las pensiones entre unos y otros y que juega en contra de los autónomos es que si estos están, por ejemplo, un año sin trabajar y cotizar, la Administración no le computa en absoluto ese periodo, mientras que a un empleado por cuenta ajena sí se lo valora, aunque sea con ingresos de Salario Mínimo Interprofesional. Por lo demás, explicó el presidente de ATA en la Comunitat Valenciana, «la situación es similar, pero hay una cultura entre los autónomos de cotizar lo mínimo y eso repercute de forma notable en sus ingresos cuando llega el momento de la jubilación».

Dada esta situación, Rafael Pardo señaló que su recomendación es que los trabajadores por cuenta propia y los pequeños empresarios «equiparen sus cotizaciones a la Seguridad Social con su volumen de ingresos para cobrar pensiones más adecuadas».

Por su parte, Cipriano Cortés coincide en estos argumentos, pero matiza que «la mayoría --en la provincia de Castellón hay ahora 40.557 autónomos-- no pueden pagar la base máxima de cotización, porque ya tienen dificultades para poder obtener los ingresos necesarios para cubrir gastos y cobrar un sueldo mínimo».

De hecho, Cortés puso el ejemplo de un pequeño negocio, una panadería con dos empleados, que necesita ingresar 7.000 euros al mes solo para pagar las nóminas y los gastos su actividad, un volumen que, aseguró, «no es nada fácil de conseguir».

Añadió que se da a menudo la paradoja de que ese empresario pequeño destina más dinero a la cotización de sus trabajadores que para sí mismo, con lo que estos llegan a tener pensiones de jubilación más elevadas.

TARIFA PLANA

En relación con la tarifa plana para los nuevos autónomos, ampliada desde enero en el contexto de la nueva ley hasta los 12 meses, Cortes apuntó que, pese a este incentivo, «es muy difícil sacar adelante un negocio» y, en todo caso, señala que en Castellón «abundan quienes están sobreviviendo, intentando mantener la actividad para poder jubilarse y les está costando muchísimo poder hacerlo».

Destacó también una mejora reciente por la que un empresario, por ejemplo, de hostelería, podrá modificar su base de cotización más de una vez al año, de modo que «cuando gana más, en verano, pueda subirla y, en invierno, cuando tiene cerrado el bar, la baje de nuevo, porque no puede asumir la más alta».

En este contexto Cipriano Cortés reivindicó la necesidad de equiparar las condiciones y prestaciones de los autónomos con los demás trabajadores, e hizo especial hincapié en que un autónomo, «que es a menudo quien trabaja 20 horas al día y también festivos, cobra menos y tiene menos prestaciones, por lo que habría que subirlas y que tengan también derecho al paro, lo que no pasa ahora, para que todos podamos ser iguales».