La consulta del móvil para revisar los correos, las llamadas o los comentarios de los amigos en las redes sociales son tan habituales en las reuniones de trabajo como en las comidas familiares. Así que para no estar ni un solo minuto sin el móvil, todo un ejército de empresas pugnan por el cada vez más lucrativo negocio de la reparación de estos aparatos. Y cuanto más rápido lo hagan, mejor.

La expansión en Castellón de nuevos negocios relacionados con la telefonía móvil ha sido vertiginosa. Tanto que, según estimaciones del sector, los locales dedicados a la venta y reparación ya superan los 200. Dos ejemplos: Orange cuenta con ocho establecimientos solamente en la capital y la red de tiendas The Phone House llega a la decena en la provincia, tres de ellas en la capital.

Los grandes operadores han apostado por Castellón como también lo han hecho pequeños empresarios que han visto en la venta y reparación de terminales una oportunidad de negocio.

Molvilrapid es un ejemplo. Abrió en Castellón a finales del 2012 y durante estos últimos años no ha parado de crecer. Hoy es distribuidor oficial exclusivo de Doogee en España.

El de Raúl Bordas es también otro ejemplo de éxito. Abrió Movilquick en el centro de Castellón hace tres años y antes de Navidad inauguró un nuevo establecimiento en Burriana. “Es un sector que va a más, pero también hay una competencia brutal. Ahora el mercado está saturado”, apunta este empresario.

Aunque el grueso de los clientes que adquiere hoy un móvil en Castellón se decanta por un smartphone, todavía hay una minoría que prefiere el clásico terminal de concha. “Hay opciones para todos los gustos y todos los precios y lo que nos diferencia con otro tipo de establecimientos es la atención personalizada, el asesoramiento”, apunta Bordas.

El móvil inteligente triunfa, como también lo hacen los accesorios. “Fundas, cargadores, altavoces... cada vez se venden más, sobre todo entre la gente joven”, explica la responsable de una tienda de móviles de Vinaròs.

Lo que también ha ido ganando terreno son las reparaciones. Los terminales son cada vez más caros y, ante cualquier avería o desperfecto, suele ser más barato arreglarlo que hacerse con un nuevo dispositivo. “Las reparaciones van a más y la demanda se ha disparado en pocos años”, explica Tomás Moreno, responsable de InforCastellón, “La reparación de pantallas copa el grueso de nuestros servicios, seguido de golpes y problemas con los cargadores”, añade el empresario. H