El inicio de la concentración por la unidad de España convocada ayer al mediodía por la Fundación Denaes en todo el país acabó con tensión y una trifulca con dos heridos en Castellón. Sobre las 12.00 horas, en la plaza Mayor y reunidas unas 300 personas, unos desconocidos desplegaron la pancarta Li diuen democracia i no ho és. Brigada antifeixista desde la azotea del consistorio y lanzaron octavillas simulando las papeletas del referendo catalán del 1-O, con el sí marcado.

El acto se vivió como una provocación y, muy alterados, varios manifestantes intentaron entrar en el ayuntamiento para identificar a los contramanifestantes. Un sector comenzó a vociferar consignas contra Compromís, del equipo de gobierno, al sospechar de su involucración; acusación que el partido negó rotundamente. La Policía Local cerró el edificio, abierto al funcionar el Registro; y junto a la Policía Nacional, subió a retirar el cartel, sin localizar en el edificio a los autores. A continuación, la concentración se desarrolló con normalidad, con los parlamentos y el himno. Disuelta ya, se produjo una pelea en la zona del bar del Mercat, donde según testigos se lanzaron taburetes y corrieron hacia la calle Mayor. Desde Subdelegación del Gobierno informaron que la Policía identificó a dos heridos (uno en la nariz; y otro, en la cabeza), quienes dijeron ser manifestantes y acusaron de la agresión a otros dos «de ultraizquierda». Estos dijeron que huían al perseguirles «la ultraderecha». Ambas partes preveían denunciar. Los organizadores del acto indicaron que enviarán vídeos y fotos a Denaes en Madrid para tomar acciones; y pidieron al consistorio investigar. Desde el Ayuntamiento explicaron que se especulaba con el posible acceso de dichas personas desde otro inmueble. La puerta de la azotea, con llave, no estaba forzada; y desde el interior solo está el acceso principal y otro secundaria, donde está la Policía.

FACEBOOK / Ayer no hubo detenciones, pero la Brigada Antifeixista colgó un vídeo en su facebook y se atribuyó la acción proindependencia. Ya por la tarde, el consistorio indicó que la concentración españolista era «ilegal» al carecer de autorización de Subdelegación; y que la Policía cerró temporalmente el edificio por «seguridad», al estar los ánimos «caldeados». Además, instó «a la calma» y condenó las «calumnias» de quienes intentaron vincular a «ediles del gobierno». Y añadió que los contramanifestantes debieron de acceder «desde el exterior».

El delegado del Gobierno en la Comunitat, Juan Carlos Moragues, informará a la Fiscalía el altercado, al vincularse al 1-O. Además, pidió a la alcaldesa --quien se mostró colaborativa--, «que investigue lo sucedido, quiénes y cómo accedieron a la azotea y si les acompañaba alguien de la casa; que abra un expediente informativo y una investigación interna para depurar responsabilidades, con máxima firmeza, al ser los hechos muy graves». El PP local pidió responsabilidades a la alcaldesa «por la instrumentalización del ayuntamiento y por no prever más seguridad».